Quantcast

España

Trillo escribe al FT para quejarse del tratamiento de la independencia catalana

Federico Trillo, en una imagen de archivo.

El ex ministro de Defensa, Federico Trillo, dirige hoy una carta al diario británico Financial Times (FT) para quejarse del tratamiento que se daba hace unos días sobre el tema de la independencia de Cataluña. En dicha información se comparaba la situación española con la británica.

Señor, pensar siempre con analogías puede llevar con frecuencia a errores porque "cada cosa es lo que es y no es otra cosa" arranca su misiva Trillo Figueroa, citando al obispo Joseph Butler. El ex ministro se refiere a un artículo publicado el pasado 16 de octubre que llevaba por título: 'España, Gran Bretaña y el fruto prohibido de la independencia'.

El artículo es de Gideon Rachman y en él compara a los británicos con España, según dice Trillo, concluyendo el FT que el Gobierno español "intenta hacer fracasar el movimiento independentista en Cataluña apelando al uso de la ley, en contra de la estrategia llevada a cabo por el gobierno Británico en relación con Escocia, en cuyo caso "se actuó de forma más sabia, caminanado por el terreno de la justicia y la prudencia".

Sin embargo, señala el ex ministro, los antecedentes históricos y constitucionales de los dos casos no tienen tanto en común como puede parecer a primera vista, por lo que no  sería prudente ni justo pasar por alto este hecho.

En primer lugar, la historia, Escocia fue una nación independiente y entro a formar parte del Reino Unido cuando el parlamento esocés lo decidió libremente en el siglo XVIII. En contraste, Cataluña era parte del reino de Aragón y en general ha sido una parte integral de España desde su creación, hace más de cinco siglos atrás.

Llevando a cabo un acercamiento legal, el gobierno Británico, de acuerdo con la Carta escocesa, llegó a la conclusión de que la celebración de un referéndum sobre el objetivo de la independencia es lo que se denomina "materia reservada" para el Reino Unido en su conjunto, y sólo después de una consulta abierta accedería a presentar ante el Parlamento un cambio en la ley, por lo que este asunto no vuelve a quedar como reservado.

Este proceso ha sido relativamente fácil de conducir, y es una consecuencia de la falta de una constitución escrita, que no necesita ser modificada, pero se encuentra con el orden constitucional británico, que sólo requiere el consentimiento de las Cámaras del Parlamento del Reino Unido.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.