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España

Monago, de verso suelto con aspiraciones a 'apestado' del PP

Las apariciones mediáticas de Monago se han reducido sobremanera.

Era una imagen de unidad y fortaleza. El pasado 4 de mayo José Antonio Monago pronunciaba una conferencia en uno de esos desayunos informativos que aglutinan a lo más granado del Madrid del poder. Le presentó ante el respetable otro barón con peso en el PP como Alberto Núñez Feijóo. Y se sentó entre el público la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Mes y medio después, el presidente en funciones de la Junta de Extremadura, ya manchado para siempre por la polémica de sus viajes a Canarias, está más solo que nunca, aislado, sin apoyos en Génova. Tras perder las elecciones autonómicas, apenas se menta su nombre a nivel nacional y apura sus últimos días como jefe del Ejecutivo regional repartiendo controvertidos contratos

Amortizado y aislado. Así ven a Monago diversas fuentes del PP consultadas por este periódico. A la dolorosa derrota electoral del 24-M frente al PSOE, hay que sumar que Mariano Rajoy acaba de sacrificar a Carlos Floriano, uno de los principales valedores de su paisano Monago. También a rebufo del resultado electoral ha visto mermado su poder María Dolores de Cospedal, quien al menos toleraba "las cosas de Monago", como dicen en el partido gobernante. Ya se sabe que las victorias tienen muchos padres pero las derrotas son huérfanas.

Sus ocurrencias en campaña, como proponer la enseñanza de rock y hip hop en las escuelas o dar un mitin en un gimnasio, disgustaron a más de uno en la sede nacional

Y huérfano de apoyos se ha quedado este barón del PP tras una campaña electoral en la que intentó sorprender al respetable, pero con escaso éxito en las urnas y sin aplausos en Génova 13. De hecho, sus ocurrencias para intentar ser reelegido por los extremeños -como proponer la enseñanza de rock y hip hop en las escuelas o dar un mitin en un gimnasio- disgustaron a más de uno en la sede nacional de la formación que dirige Rajoy. Su idea estrella de convocar una consulta popular si ganaba las elecciones, tampoco fue bien vista por sus compañeros de filas. 

Solo hay que echar un vistazo a los periódicos y televisiones nacionales de las últimas semanas para comprobar cómo el líder del PP extremeño ha perdido su otrora habitual presencia mediática. El célebre verso suelto ya no puede desafiar a su propio partido o al Gobierno del mismo con alguna de sus ideas. No puede perderse de vista que Monago protagonizó no pocos encontronazos con el Ejecutivo, sobre todo con algún que otro órdago que lanzó a Cristóbal Montoro, titular de Hacienda. Las cuentas extremeñas no han sido las mejores, ni mucho menos, entre las comunidades que ha gobernado el PP en los últimos años. 

Algunas lenguas un tanto viperinas del PP aseguran que el candidato socialista tiene hoy más amigos que el propio Monago en Génova 13

No le van mucho mejor las cosas a Monago en su propia tierra. Allí el ganador de las elecciones y futuro presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, ni siquiera ha querido reunirse con el actual jefe del Ejecutivo autonómico. Algunas lenguas un tanto viperinas del PP aseguran que el candidato socialista tiene hoy más amigos que el propio Monago en Génova 13. Aún menos estima le tienen en Podemos. Aunque por ahora mantiene, eso sí, el control del propio PP en su comunidad autónoma. 

El caso que manchó su carrera

Hay un punto de inflexión en este declive político de Monago. Se trata de sus conocidos viajes a Canarias cuando su pareja era la canaria Olga María Henao, por entonces compañera de filas. El líder del PP extremeño hizo esos viajes en 2009 y 2010, cuando era senador y no había llegado a la presidencia del Gobierno regional. En noviembre del pasado año saltó el escándalo de sus 16 viajes pagados con dinero público al lugar donde residía su exnovia. Pese a todas sus explicaciones, más o menos convincentes, este asunto ha manchado para siempre su carrera política.

Valga como ejemplo que pocos días después de que se conocieran estos viajes, Monago acudió a Madrid para un dar una conferencia, pero nadie del Gobierno ni altos cargos del PP asistieron para apoyarle en público. A la sospecha de corrupción política se añadieron, además, problemas de índole personal y/o familiar derivados de este asunto. Después, cuando se archivó una denuncia contra él, parecía que Monago había recuperado su imagen pública. No por casualidad en la precampaña electoral asistieron a un otro acto suyo Feijóo y Sáenz de Santamaría, como ya se ha dicho. Sin embargo, sea por este oscuro asunto o sea por su gestión, parece ser que los extremeños, primero, y sus correligionarios, después, han decidido enterrar su carrera política

Los ciudadanos hablaron en las urnas y ahora el político está a punto de pasar a la oposición. Pero su adiós no está exento de polémica

Que el caso de los viajes a Canarias preocupaba y ocupaba a Monago está claro porque en las entrevistas de la campaña del 24-M se negaba a hablar de este tema cuanto menos espinoso. Los ciudadanos hablaron en las urnas y ahora el político está a punto de pasar a la oposición. Pero su adiós no está exento de polémica, dado que en estas semanas su gobierno en funciones ha adjudicado contratos que han generado no poca controversia en la región. Por ejemplo, ha hipotecado el futuro de Canal Extremadura con los dos concursos públicos con un presupuesto de 6,5 millones de euros. También ha sacado adelante un decreto sobre cursos de formación en FP, ha aprobado el nuevo currículo educativo o ha activado una bolsa de trabajo para funcionarios. Más decisiones controvertidas en el crepúsculo de este verso suelto del PP al que sus viajes a Canarias le han salido demasiado caros.  

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