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La Agencia Tributaria rastrea sus ordenadores para comprobar si la filtración del IRPF de Aguirre procede de dentro

Esperanza Aguirre, antes de presentar su denuncia ante la Fiscalía.

La lógica con la que trabajan los inspectores de la Agencia Tributaria dicta que ninguno de ellos se atrevería a arriesgarse a filtrar datos de un contribuyente, no solo porque incurriría en una ilegalidad, sino también porque es bastante sencillo descubrir el delito. La entrada en los ordenadores de Hacienda, como también en otras áreas de la Administración, deja huella y hay rigurosos controles de acceso a ellos para que, en caso de necesidad, no se le escape ninguna pista al Servicio de Auditoría Interna (SAI), que funciona dentro de la Agencia cuando tiene que investigar la procedencia de cualquier tipo de información tributaria que, por ley, se considera confidencial. Fuentes de Hacienda deducen que con estos controles, será relativamente sencillo descubrir si los datos más significativos de la declaración de la Renta de Esperanza Aguirre correspondiente al ejercicio de 2013, han salido o no de los archivos internos, pues siempre se han podido dar otras alternativas. Por ejemplo: que un funcionario que haya tenido acceso a estos datos los haya comentado con cualquier amistad y la información haya escapado a su control.

Aguirre ha cumplido con sus obligaciones fiscales y no está sometida a comprobación, caso diferente al de Monedero

Según InfoLibre, la candidata del PP a la Alcaldía declaró el año pasado haber obtenido en 2013 unos ingresos de 369.000 euros procedentes de la firma de cazatalentos Seeliger&Conde y otros 5.000 de juegos de azar. Aguirre presentó ayer una denuncia en la Fiscalía por esta filtración en la que exige conocer cómo han salido a la luz sus datos. Según la denuncia, alguien ha infringido el artículo 197 del Código Penal que regula el delito de descubrimiento y revelación de secretos.

En este caso, hay un hecho diferencial respecto a otros que se han conocido en el pasado, pues Aguirre es una contribuyente que ha cumplido con sus obligaciones fiscales y no está sometida a comprobación tributaria alguna. Supuesto muy distinto fue el del exdirigente de Podemos Juan Carlos Monedero, pues era un contribuyente que no había satisfecho sus obligaciones con Hacienda en tiempo y forma, como él mismo acreditó al anunciar que había presentado una declaración complementaria. En este último caso, la filtración procedió de los pagadores venezolanos de Monedero y, posteriormente, la Agencia Tributaria actuó de oficio. En otros episodios también se han presentado erróneamente como filtraciones de la Agencia datos aportados por los propios contribuyentes o por las partes personadas en procesos judiciales que han tenido acceso a los informes de Hacienda.

El 'número tres' en la lista de Carmona

La evidencia de que es difícil que la filtración de la renta de Aguirre haya salido de la Agencia, ha disparado todas las especulaciones. Una de ellas apunta al candidato socialista a la Alcaldía, Antonio Miguel Carmona, como fuente de los datos que se han conocido. Lleva en su lista electoral, como número tres, al presidente de Inspectores de Hacienda del Estado, Ransés Pérez Boga, quien representa a más de un millar de inspectores. Funcionario de la Agencia desde 1997, en la actualidad era jefe de equipo de Inspección en Galicia. Carmona desmiente con rotundidad esta conjetura y maneja su propia tesis sobre lo ocurrido: “Es muy posible que haya sido la propia Esperanza Aguirre la filtradora de su declaración de la Renta. Hay que preguntarse por qué ha presentado la denuncia ante la Fiscalía y no ante el juzgado de guardia. A mí no se me puede acusar de nada porque en la Agencia Tributaria no puedes pedir un favor a ningún inspector, ya que todo lo que haga deja rastro”, afirma el candidato del PSOE a la Alcaldía.

El candidato del PSOE Antonio Carmona sospecha que la filtración de los datos tributarios procede de la propia Aguirre

En otros medios se barajaba ayer la posibilidad de que Esperanza Aguirre supiera que Carmona tenía sus datos tributarios y ella se haya adelantado a los acontecimientos dándolos a conocer. El pasado día 13, durante un mitin en el distrito madrileño de San Blas, el candidato socialista retó a Aguirre a enseñar su declaración de la renta de 2013, precisamente la que ahora se ha conocido, después de que él hiciera público que en ese mismo ejercicio obtuvo unos ingresos de 140.000 euros. Fuentes del PP consideran que si los hechos hubieran sucedido así, “hubiera sido una jugada política equivocada” por parte de Aguirre a escasos días de unas elecciones cruciales.

La Agencia Tributaria no tiene prefijado un plazo concreto para terminar su investigación interna, aunque sobre el papel puede ser sencilla si se parte de que cada inspector tiene una carga determinada de contribuyentes sobre los que centra su atención y solo se puede limitar a ellos salvo que justifique el acceso a los datos fiscales de otras personas si se trata de una comprobación compleja. Trabajar fuera de estos protocolos se considera dentro de la Agencia “una torpeza” dado que los controles son muy exhaustivos.

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