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Sofía Corradi, sobre la irrupción de la Generación Erasmus en la política: "No juzgan a los demás, quieren dialogar con el resto"

El rey Felipe VI acompañado por el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz (i) y la profesora Sofía Corradi (d).

Nacidos a finales de la década de los 70, Pablo Iglesias y Albert Rivera, forman parte de los 3,5 millones de europeos que han tenido la oportunidad de estudiar fuera de España a través de una beca Erasmus. Un complemento adicional en sus currículums que, hasta ahora, no era habitual encontrar entre las experiencias académicas de los líderes políticos españoles. En 1999, a la edad de 21 años, Iglesias hizo las maletas para emprender un viaje a Italia que supondría un punto de inflexión en su carrera profesional. Dos años más tarde, desde Barcelona, Rivera se embarcaría en una aventura similar, aunque con un destino diferente, Finlandia, país donde aterrizó a la edad de 22.

“Todo aquel que haya sido estudiante Erasmus, al volver de sus intercambios, no tiene prejuicios, sobre todo no juzga a las personas, quiere dialogar con el resto", afirma la profesora italiana Sofia Corradi, más conocida como 'Mamma Erasmus' por ser la impulsora de este programa en el que participan 34 países sumando un total de 4.000 universidades. La recién galardonada con el premio Carlos V otorgado por la Fundación Academia Europea de Yuste no conoce personalmente a los políticos emergentes del país, pero cree que los cargos que implican tomas de decisiones importantes "deberían escogerse entre personas que conociesen el mundo". "Si yo tuviese que elegir a un ministro o a un político para un alto cargo, elegiría a uno que hubiese sido Erasmus", dice.

"La experiencia Erasmus contribuye a mejorar y reforzar la imagen que uno tiene de sí mismo", dice Corradi

Para Corradi, esta iniciativa concebida en 1969 y puesta en marcha en 1987, ser Erasmus te hace mejor persona. Tal y como recoge en su libro Erasmus ed Erasmus Plus, estudiar fuera influye de un modo determinante en la carrera profesional de una persona y, como experiencia de vida, "contribuye a mejorar y reforzar la imagen que uno tiene de sí mismo y a desarrollar una capacidad de interacción positiva con aquello que es diferente". "Los Erasmus tienen autoestima, respetan su propia cultura nacional y saben relacionarse con personas de culturas diferentes", considera.

La irrupción de la denominada 'Generación Erasmus' en la clase política ya fue predicha por Corradi años atrás. "En un futuro no muy lejano la clase dirigente estará compuesta en su gran mayoría por la 'población estudiante universitaria'", explica. "Estas personas se habrán beneficiado de dos experiencias como haber sido parte de la representación estudiantil en los órganos académicos, familiarizándose con las dinámicas de liderazgo, y haber participado en el programa Erasmus, lo que supone un crecimiento personal", agrega. "Confío que será un mundo mejor del que estaré orgullosa", señala. Y traslada a este medio las palabras de uno de sus erasmiani sobre el Erasmus que, vestido con las zapatillas rotas, tal y como la misma Corradi describe, le dijo una frase de "gran filósofo": "Imprime en la mente sentimientos indelebles de fraternidad humana".

Además de Iglesias y Rivera, varios son los casos de Erasmus que hoy forman parte del panorama político en España, país que destaca por ser el que más estudiantes de este tipo envía y acoge a nivel europeo.

Pablo Iglesias, Bolonia

Bolonia la docta, la gorda, la roja. Esta fue la ciudad que "adoptó" al líder de la formación morada durante su Erasmus. "De aquella experiencia italiana surgieron amistades, experiencias e inquietudes que marcarían mi salto a la Ciencia Política", escribe el político en su tesis doctoral titulada 'Multitud y acción colectiva postnacional: un estudio comparado de los desobedientes: de Italia a Madrid (2000-2005)'.

Y es que el secretario general de Podemos cursaba cuarto de Derecho en la Facoltà di Giurisprudenza de la Universidad de Bolonia -la más antigua de Europa y tomada como ejemplo para crear otras emblemáticas como Oxford, La Sorbonne o la Universidad de Salamanca-, pero se pasaba la vida en el 'Aula C' de Políticas. "La experiencia en Italia supuso muchos cambios. Entre ellos, mi salto a la carrera de Ciencias Políticas tras licenciarme en Derecho en 2001", reconoce Iglesias, a quien le gustaba hojear el diario comunista Il manifiesto durante los trayectos en autobús por la capital de Emilia-Romagna, la región de los tortellini.

De los amigos de Bolonia, Iglesias destaca a aquellos que le ofrecieron "una camaradería y una amistad que se mantiene, además de introducirme en las complejidades de la izquierda (y también de la cocina) italiana". Además, destaca que tuvo la ocasión de compartir con amigos canarios, catalanes y madrileños "la fascinación por los mundos de la postautonomía". 

Albert Rivera, Helsinki

Desde que la OCDE comenzara en el año 2000 a elaborar su informe PISA, Finlandia ha ocupado los primeros puestos del podio europeo. Y en este país de poco más de cinco millones de habitantes fue donde el catalán Albert Rivera decidió reforzar sus estudios de Derecho en ESADE con una beca Erasmus. Así, en 2001, fue alumno de la Universidad de Helsinki, la mayor del país nórdico en cuanto al número de estudiantes y facultades.

"No rechazaría un café a nadie, me parece que todo el mundo tiene algo interesante", reconoce el líder de Ciudadanos en su web oficial. El programa impulsado por la profesora Sofia Corradi ha supuesto uno de los motores en la construcción de la identidad cultural europea, y sus beneficiarios terminan sus intercambios adquiriendo un mayor respeto a las distintas opiniones. "Imposible es solo una opinión", defiende Albert Rivera.

"Soy un ciudadano inquieto, comprometido… Con defectos y virtudes, pero con ganas de cambiar las cosas. Yo diría que no me gusta vivir resignado, me gusta vivir soñando, soñar despierto", describe el líder catalán en su cuenta de LinkedIn. "Evito resignarme a que las cosas vengan dadas como están. Simplemente trato de alcanzar mis sueños y compartirlos con los demás. Lucho no sólo por sueños individuales sino colectivos. Y creo que Ciutadans, en definitiva, es un poco todo esto", añade.

Inés Arrimadas, Niza

La líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, es una apasionada de los idiomas. Habla cuatro lenguas distintas, entre ellas, francés, perfeccionado durante su estancia en Niza, donde realizó el programa Erasmus. Allí, en la capital de la Costa Azul,  estudió un postgrado en Gestión Empresarial y Negocios Internacionales en el Instituto de Preparación para la Administración y la Gestión (IPAG).

Sus conocimientos de francés se sumarían a los de inglés y, más tarde, a los de catalán. "Soy una friki de los idiomas", rescata El Español en un perfil sobre la política de Ciudadanos titulado 'La medio tímida'.  Aunque cursó Derecho -como habían hecho tres de sus hermanos)y Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, algunos tuits de Arrimadas delatan una "carrera frustrada": la arqueología.

Así, entre sus tuits políticos se cuelan otros como "Alucinantes los vasos romanos del siglo III hallados en una tumba danesa. Qué maravilla" o "Hallan restos de cráneo de homínidos de más de 400.000 años". "Pensé que sería difícil ganarme la vida siendo arqueóloga, y a lo mejor me equivoqué", revela en el citado perfil. Arrimadas llegó a Niza ya con sus dos licenciaturas bajo el brazo.

Beatriz Jurado, Bergen

La actual presidenta de Nuevas Generaciones del PP y senadora por Córdoba, Beatriz Jurado, es una ferviente defensora de las becas Erasmus impulsadas por la italiana Corradi. "Te brindan la oportunidad de conocer realidades distintas a tu país porque, aunque sean a nivel europeo, existen muchas diferencias, por ejemplo, en la forma de organización política", explica a Vozpópuli. "Sirven para contrastar ideas y opiniones. Puedes conocer a gente de todas partes de Europa, aprender otro idioma... Es una experiencia que enriquece mucho a nivel personal", considera la política cordobesa.

Nació en la ciudad andaluza el 3 de abril de 1983 y es licenciada en Derecho, pero fue en 2003 -a la vuelta de su intercambio universitario en Bergen, Noruega- cuando decidió incorporarse a NNGG. "Si un político, como cualquier persona, a los 20 años sale fuera de su país, tendrá una mayor apertura de mente, más madurez e independencia unas capacidades humanas que no son exclusivas de los Erasmus, pero sin duda este programa es una oportunidad para adquirirlas", dice.

De Noruega, Jurado destaca el sistema educativo, al que califica de "brillante". "Desde los centros infantiles hasta la Universidad, todo está integrado: asignaturas tradicionales, deporte, cultura... Eso sí, los impuestos son más altos de lo que yo me hubiese podido imaginar", afirma. Por contra, la popular prefiere el servicio de salud de España al nórdico. "A veces no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que no salimos fuera", reconoce. A Jurado le gustaría que España adaptase su horario al europeo: "Tendríamos más calidad de vida".

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