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El etarra detenido en Francia ascendió a la cúpula de la banda en solo año y medio

“Parecían Tip y Coll”, afirmaba con una sonrisa en la boca uno de los policías de la lucha antiterrorista que sobre las 15:30 de la tarde de este domingo participaba en la captura en Cauna, una pequeña localidad del sudoeste francés, de los dos presuntos miembros de ETA Oroitz Gurrutxaba  Gogorza, alias Gurru, y Xabier Aramburu Sagarminaga. El primero, con 1,60 metros de estatura, es señalado por el Ministerio del Interior, como el actual máximo responsable del aparato militar y de captación de la banda, a cuya cúpula había ascendido sólo año y medio después de que ingresara en la banda. Aramburu, mucho más alto, 1,84 metros de estatura, era su hombre de confianza.

Los dos detenidos llamaban la atención por la diferencia de estatura. 'Gurru', 1,60 metros. Su lugarteniente, 1,84.

Ambos viajaban a bordo de un vehículo robado y con matrículas falsas por el municipio francés supuestamente para mantener un encuentro con algún aspirante a integrarse en la estructura clandestina de logística la banda. No llegaron a la cita porque agentes de Subdirección Antiterrorista de la Policía Judicial francesa (SDAT), en colaboración con miembros de la Comisaría General de Información de la Policía española, los detenían a primer hora de la tarde de este domingo. En su poder, se encontraron una pistola y un revólver de la partida sustraía por ETA durante la tregua de 2006. Con ellos, ya son 15 los etarras detenidos a un lado y otro de la frontera desde que en octubre pasado la organización terrorista anunciase el cese definitivo de la violencia.

El historial de Gurru es, en gran medida, el de la mayoría de los últimos jefes de la banda armada detenidos: ascenso rápido, caída aún más veloz. A sus 30 años, su ingreso en ETA se produjo en diciembre de 2008 desde las filas de la kale borroka, como él mismo anunció entonces, junto a otras nueve personas, en las páginas del diario Gara. Hasta entonces, su historial estaba salpicado de actos de kale borroka. De hecho, en el año 2000 fue detenido por uno de ellos, pero tras pasa por prisión quedó en libertad a la espera de juicio. Tres años y medio después aquel poco habitual anuncio ha sido detenido como máximo responsable del aparato militar, puesto al que llegó, según Interior, a mediados de 2010, es decir, sólo año y medio después de pasar a la clandestinidad. En mayo de aquel año había sido detenido Mikel Carrera Sarobe, Ata, el considerado último gran jefe militar de la banda.

Huido desde abril de 2008

Su huida se produjo en abril de 2008, cuando el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska desarrolló una amplia operación contra la violencia callejera en Guipúzcoa que permitió la detención de una docena de jóvenes que formaban dos células de kale borroka en esta provincia. Gurru, que estaba considerado el jefe de la que operaba en su localidad natal, Rentería, consiguió huir junto a otro de los buscados. Cuando cayó su grupo, éste tenía recopilada información sobre nueve concejales y militantes socialistas de este municipio guipuzcoano.

Desde su huida, su imagen ha salido en dos ocasiones en los carteles editados por Interior de los terroristas más buscados. La primera vez, en febrero de 2009. La segunda, en julio de ese mismo año, poco después del atentado contra la casa cuartel de Burgos y la colocación de una bomba lapa en un coche de la Guardia Civil en Calvià (Mallorca) que costó la vida a dos agentes del Instituto armado. El último crimen, hasta hoy, de la organización terrorista en España. Los expertos de la lucha antiterrorista creen que el ascenso definitivo de Gurru a la jefatura militar de la banda se produjo año y medio más tarde de su ingreso en la banda.

Un hermano muerto

Un hermano de Gurru, Egoitz Gurrutxaga, también militó en ETA. La explosión de la mochila bomba que supuestamente manejaba dentro de un coche en un barrio de Bilbao les costó la vida en septiembre de 2002. Otro familiar directo del ahora detenido, su hermana Eneitz, es una conocida dirigente abertzale en Guipúzcoa. Desde hace unos meses, es la gerente de Garbitania, la empresa pública de recogida de residuos en varios pueblos de esta provincia gobernados con Bildu y que ha sido denunciada por irregularidades por los partidos de la oposición.

El otro detenido este domingo, Xabier Aramburu, de 32 años, lleva en ETA aproximadamente el mismo tiempo que Gurru. Interior considera que Aramburu huyó a Francia en el año 2010 tras la desarticulación del talde ilegal Tontor, presunto responsable de diversos atentados cometidos mediante artefacto explosivo en las provincias de Guipúzcoa y Vizcaya en el año 2008. Entre ellos destaca la colocación de un coche bomba contra la comisaría de la Ertzaintza en la localidad de Ondarroa, que causó varios heridos y cuantiosos daños materiales. Antes, ya había pertenecido como legal a otro comando, el Kresala, que estaba a las ordenes directas del por entonces máximo responsable del aparato militar, Garikoitz Aspiazu Rubina, Txeroki. A los integrantes de este grupo les prestó una furgoneta de su propiedad para que el grupo trasladara en septiembre de 2005 un vehículo cargado de explosivos hasta el polígono industrial de Vicolozano (Ávila).

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