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España

Montoro se colgará las medallas en un debate del estado de la nación condicionado por el ruido de crisis de Gobierno

Fuentes del PP reconocen que, en esta ocasión, el discurso del presidente tendrá más importancia en clave interna que externa ya que el propio Gobierno escudriñará en las palabras de Rajoy todas las claves que puedan contribuir a interpretar qué pasa por su cabeza sobre la rumoreada remodelación del Gabinete. En los últimos meses, se han manejado dentro y fuera de Moncloa varias versiones: la de una crisis de Gobierno después de las europeas a la medida de sus resultados, la de una mini crisis vinculada a la confección de la candidatura electoral y también la de un baile ministerial en toda regla coincidiendo con el debate de la nación previsto para mañana martes. Hay ministros que desde fuera se ven quemados, los de Educación, Justicia, Sanidad e Industria aparecen en primera línea de fuego, pero nadie es capaz, ni en el PP ni el propio Gobierno, de deducir con cierta fiabilidad si este es el criterio compartido también por Mariano Rajoy.

En la primera semana de marzo se despejará si Rajoy piensa en Guindos, Cañete, Margallo o Méndez Vigo para Europa

La lógica dice que las dudas se despejarán en la primera semana de marzo durante la celebración del congreso que el PPE tiene previsto celebrar en Dublín, en el que Rajoy se ha comprometido a desvelar quien será el cabeza de lista para las europeas. La última conjetura que ha salido de los despachos del Ministerio de Economía, a los que Luis de Guindos quiere perder de vista para empezar a familiarizarse más con Europa, apunta a una candidatura reforzada con primeros espadas y vinculada a las posibilidades que tendría él mismo y otros miembros del Gobierno –José Manuel García Margallo, Miguel Arias Cañete, Iñigo Méndez de Vigo…– de desempeñar después de las elecciones de mayo responsabilidades de primera en Bruselas.

Cumplidos apenas dos meses del paso del ecuador de la legislatura, el presidente hará este martes balance de su política económica, acentuando, sobre todo, la gestión que ha desarrollado el Ministerio de Hacienda en dos pilares que Rajoy considera básicos: la consolidación fiscal y la reforma de las administraciones públicas. Solo en el ejercicio de 2012, la Administración central redujo el déficit en 10.761 millones de euros, las comunidades autónomas en 16.795 y los ayuntamientos en 6.366. Este mismo año, el esfuerzo fiscal sumó más de 34.000 millones, 30.467 de ellos provenientes de la reducción de gastos, algo sin precedentes en la historia hacendística española. Las principales rebajas procedieron del tijeretazo a las inversiones (13.325 millones), a los salarios públicos (8.419 millones), a los bienes y servicios corrientes (3.665), a las prestaciones sociales en especie (2.144) y a las subvenciones (1.847).

Rajoy acentuará el ajuste fiscal de 34.000 millones de euros, sin precedentes en la historia hacendística española

Haber devuelto a España a la senda de la estabilidad presupuestaria será expuesto por Rajoy como el principal logro del Gobierno, pues es lo que ha evitado el rescate, ha normalizado el acceso a los mercados con una rebaja creciente de la prima de riesgo y ha devuelto la confianza de la inversión extranjera. El año pasado, se ahorraron 8.800 millones en intereses de la deuda, este ejercicio se espera conseguir un ahorro aun mayor y se han creado todas las herramientas precisas para evitar que en el futuro vuelva a repetirse el enorme desfase entre ingresos y gastos públicos –el 9% del PIB en 2011- que se dio en el pasado. Rajoy se comprometerá en el debate con todas las reformas que pueden seguir apuntalando la recuperación y la generación de confianza.

El presidente pondrá en valor durante el debate la importancia de la reforma de las administraciones públicas

El presidente enfatizará también la importancia de la reforma fiscal en la que trabaja el equipo de Montoro, clave para la recuperación y también para que el PP se concilie con su electorado después de incumplir buena parte de las promesas que le ofreció en su programa de 2011. Rajoy valorará la reforma de las pensiones y el papel de algunas leyes, entre ellas la de la deuda comercial para erradicar la morosidad de las administraciones públicas y la de la factura electrónica, como ejes añadidos de la recuperación económica.

El optimismo con el que el Gobierno llega al debate de este año no proviene lógicamente de las alarmantes tasas de desempleo, que según algunos organismos internacionales pueden convertirse en crónicas, sino de las diferencias estructurales que median entre la actual crisis financiera y la de los años noventa. Ahora hay 16,7 millones de ocupados frente a los 12,5 de entonces, el PIB per cápita ha pasado de 13.000 euros a más de 24.000 y la inversión directa extranjera ahora supone el 46% del PIB frente a 7% de 1995. Pero queda todavía mucho esfuerzo por hacer hasta que el déficit caiga al 2,8% del PIB en 2016 y el calibre de los sacrificios dependerá del crecimiento económico, se asegura en el equipo económico.

Diferencias estructurales con la crisis de los noventa: 16,7 millones de ocupados frente a los 12,5 de entonces y una renta per cápita de 24.000 euros frente a 13.000

La segunda medalla que Rajoy le pondrá al ministro Montoro procede de la importancia que concede a la reforma de las administraciones públicas, no solo en lo que concierne a la simplificación de trámites y la reducción de duplicidades, sino también al exhaustivo control que va a permitir de las cuentas regionales a partir de los compromisos contraídos por las diferentes comunidades a cambio de ver garantizada su liquidez para el pago a proveedores. No solo la marca España ha dejado de estar fuera del foco de sospecha de los mercados, sino también sus comunidades autónomas, gracias a un striptease fiscal que puede controlarse en tiempo real, se afirma en el Gobierno.

Las cuentas de las comunidades autónomas han dejado de estar fuera de la sospecha de los mercados

De la ventanilla de Luis de Guindos, ministro al que el resto del Gabinete ya considera en retirada, el presidente destacará la reforma del sector financiero, gracias a la que ha aumentado la solvencia de las entidades al haberse incrementado sus provisiones en 95.000 euros en los dos últimos años. Rajoy también hará algunas alusiones a la ley de Unidad de Mercado y a la integración de los organismos reguladores, consciente de que tiene una asignatura pendiente en el sector eléctrico.

 

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