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España

Pedro Sánchez se abre a pactar con Albert Rivera: Ciudadanos deja de ser la marca blanca del PP

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera.

El exministro José Bono, con un ojo siempre en Castilla-La Mancha, calificó ayer de “amigo” al líder de Ciudadanos, Albert Rivera. Se ha visto con él personalmente y le ha tomado la temperatura, hasta llegar a defender en público que prefiere que el PSOE pacte con la moderación antes que con el radicalismo de Podemos en aquellas instituciones donde ninguno de los dos grandes partidos alcance la mayoría absoluta. Bono coincide con Rivera en que las exigencias para combatir la corrupción deben ser máximas –ha llegado a proponer una inspección fiscal a todos los cargos públicos– y también en el rechazo firme a los nacionalismos. “No me gusta la deriva nacionalista de la izquierda. ¿Qué sentido tiene que un Gobierno presidido por un socialista ponga en solfa la Constitución?”, le dijo a Zapatero, en el Consejo de Ministros de su despedida como titular de Defensa, cuando vio la deriva que tomaba la reforma del Estatuto catalán.

El exministro José Bono considera "un amigo" a Albert Rivera

Estas opiniones de Bono, coincidentes con la de algunos dirigentes del PSOE, han empezado a calar cada vez más en el equipo de su secretario general, Pedro Sánchez. Si hasta hace unos meses buena parte de los miembros de la ejecutiva socialista consideraban a Ciudadanos como la marca blanca del PP, una especie de invento forjado por el partido de Mariano Rajoy para utilizarlo como muleta allí donde necesite de pactos postelectorales, ahora estas críticas han ido menguando ya que en el PSOE se considera poco inteligente dejar al PP todo el espacio libre para pactar con esta fuerza política cuando se la puede necesitar, con menos contraindicaciones que Podemos, en algunas comunidades y numerosos ayuntamientos después de las elecciones del 24 de mayo. “Mientras que ninguna de las ofertas electorales de Ciudadanos colisiona con las nuestras, algunas de Podemos pueden ocasionarnos serios inconvenientes, sobre todo las de política económica”, resumen fuentes socialistas.

Al PSOE se le abren agujeros por el centro

Además, en el PSOE se concluye que una parte considerable de los apoyos que han hecho que Ciudadanos crezca de forma exponencial han salido de antiguos votantes socialistas, prueba de que a Pedro Sánchez también se le han abierto agujeros por el centro. Importantes dirigentes de su partido vienen advirtiéndole desde hace tiempo que no conviene perder de vista a la formación que pilota Albert Rivera, uno de los partidos que puede acabar jugando un importante papel en la reconfiguración del espacio de centro después de las próximas elecciones generales.

Esta evolución es la que reflejan algunas encuestas recientes en las que Ciudadanos aparece como cuarta fuerza política a nivel nacional en plena agonía de UPyD, después de conseguir dos eurodiputados en las pasadas elecciones europeas y de obtener nueve escaños en los comicios andaluces celebrados el 22 de marzo.

Un sector del PSOE ve muchas menos contraindicaciones en pactar con Ciudadanos que con Podemos

Con este panorama por medio, José Bono animó ayer al PSOE a “cambiar el barco y buscar nuevos horizontes”. En su opinión, buena parte de los políticos han sido gobernantes que se han dedicado a “cerrar boquetes” en un “barco ya viejo”, pero ahora tendrían que cambiar de nave y, sobre todo, “descubrir unos horizontes a donde ir”, puesto que la ciudadanía no está dispuesta a subir como “tripulación” a “cualquier viaje”. El de Ciudadanos es un barco nuevo, por lo que el PSOE está preparado para navegar con él, centrando su mensaje electoral. A fin de cuentas, las elecciones generales siempre las decantan hacia uno u otro lado entre tres y cuatro millones de votos moderados que no militan en ninguna ideología, recuerdan fuentes socialistas.

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