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El delator de Gürtel que asistía a las cacerías de Púnica al juez Velasco: "Granados tenía un poder absoluto"

En el caso Gürtel está imputado. En Púnica, es un testigo. Juan José Moreno, el exconcejal del PP en Majadahonda que junto a su compañero José Luis Peñas destapó la trama de corrupción de Francisco Correa gracias a sus grabaciones, compareció este martes ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Eloy Velasco, para detallar cómo eran las cacerías pagadas por una constructora a las que asistían Francisco Granados y David Marjaliza. Su testimonio, sin embargo, no se limitó a dar detalles sobre aquellas jornadas cinegéticas y reveló una reunión que los dos ediles tuvieron con el político hoy encarcelado en la sede del partido en la calle Génova en la que éste les anunció que iba a defenestrar a un alcalde 'popular' que supuestamente no entrega al partido el dinero que recibía en mordidas. "Granados tenía un poder absoluto", ha llegado a afirmar, según han confirmado a Vozpópuli fuentes jurídicas presentes durante su declaración.

El ex concejal de Majadahonda aseguró que esas cacerías costaban hasta 3.000 euros el puesto, pero que todo era pagado por una inmobiliaria 

La comparecencia como testigo de Juan José Moreno se producía este martes después de que hubiera acudido hace unos meses a la Fiscalía Anticorrupción con una copia de la grabación que hizo en octubre de 2005 a Raúl Calvo, asesor del Grupo DICO, una de las principales empresas inmobiliarias investigadas en el caso Púnica. En aquel archivo sonoro, que ya estaba incorporado al sumario de Gürtel aunque su transcripción estaba incompleta, el entonces concejal y el directivo de la sociedad mencionaban en varias ocasiones a Granados, a Marjaliza y a una constructora de este último, Obrum. De hecho, se llegaba a escuchar decir al representante de la mercantil que el político "no es que maneje o no maneje el cotarro, es que lo maneje y se lo lleva y no reparta".

Ahora, Moreno no sólo ha confirmado la veracidad de aquella grabación y los detalles sobre cómo se realizó la misma, sino que ha aportado nuevos datos, sobre todo de las célebres cacerías que organizaba DICO y a las que asegura que él no era invitado directamente, pero a las que acudía como acompañante del entonces alcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega. Según explicó al juez Velasco, aquellas jornadas cinegéticas tenían un elevado precio -"cada puesto costaba entre 2.500 y 3.000 euros"- que pagaba en su totalidad la empresa promotora. Entre los asistentes, recalcó que se encontraban habitualmente Granados y Marjaliza. "Todo estaba pagado y había mesas especiales donde luego se jugaba a las cartas en las que no se podía sentar cualquiera", aseguró antes de añadir que "intuía que había agasajos" para los políticos que asistían a dichas cacerías, aunque reconoció "no saber cómo se pagaba al PP". Moreno aclaró que dejó de asistir a esas cacerías en 2005, poco después de que fuera expulsado del partido.

Cita en la calle Génova

Sin embargo, aclaró que sus encuentros aquellos años con el dirigente 'popular' no se limitaron a esos días de campo y recordó que en una ocasión fue citado junto a su compañero José Luis Peñas en la sede del PP de la calle Génova para hablar de la situación del Ayuntamiento de Majadahonda. El exedil aseguró que en aquel encuentro Granados acusó al entonces regidor de su municipio, Guillermo Ortega, también imputado en Gürtel, de "no entregar al PP el dinero" de las mordidas que recibía supuestamente por el amaño de contratos municipales. Moreno apuntó al juez Velasco detalló que el interés del hoy encarcelado por los negocios inmobiliarios del municipio donde él era concejal estaba relacionados con la supuesta concesión de un terreno para un centro comercial que finalmente se llevó una empresa francesa.

Moreno reveló que en una reunión con Granados en la calle Génova éste le anunció que iba a defenestrar a un alcalde por no dar al PP parte de las 'mordidas'

El delator de Gürtel Incluso afirmó haber visto en el pleno del Ayuntamiento en el que se iba a hacer una modificiación del plan urbanístico de la localidad al propio Marjaliza, al que volvió a calificar como "el tapado de Granados". No obstante, insistió que no sabía si el constructor tenía intereses en aquella operación ni le constaba que se le hubiera favorecido el Consistorio en el tiempo en el que él formó parte del mismo. Durante el interrogatorio al que fue sometido, los abogados de varios de los imputados en el 'caso Púnica' intentaron desacreditar las afirmaciones con preguntas para aflorar contradicciones en sus declaraciones, según señalan las fuentes jurídicas consultadas.

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