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El juez imputa a dos directivos de Moneygram por blanquear millones de euros a la mafia de Gao Ping

Gao Ping, en una de sus comparecencias ante la Audiencia Nacional antes de reingresar en prisión

Malos tiempos para la multinacional de envío de remesas de dinero Moneygram... al menos en España. El titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, ha citado para el próximo 28 de mayo a dos altos cargos de la compañía para que declaren como imputados dentro del sumario de la Operación Emperador. Pedro Martín Moragriega Valero, director general, y Fernando Alonso Agreda, máximo responsable de la red comercial en nuestro país han sido acusados de blanqueo de dinero por no haber impedido que a través de la red de oficinas de la empresa la mafia presuntamente liderada por Gao Ping blanquease millones de euros en los últimos años. Informes internos de la propia compañía, en los que se destacan que ambos directivos hicieron oídos sordos a las alertas internas sobre las sospechosas operativas, son la principal prueba de cargo contra ellos, según detallan a este diario fuentes conocedoras de la investigación. El Ministerio de Economía ya impuso una multa de 1,5 millones de euros a Moneygram por estos hechos, según desveló este diario el pasado 25 de octubre.

Los dos altos cargos de la multinacional hicieron oídos sordos a las alertas de los servicios antiblanqueo de la propia compañía sobre el sospechoso volumen de dinero enviado a China

Los dos altos cargos, que fueron cesados por la empresa el año pasado al saltar el escándalo, no son, sin embargo, los únicos imputados en la Operación Emperador relacionados con la conocida multinacional de envío de remesas de dinero. De hecho, la investigación policial arrojó desde el prinicipio la presunta implicación de otras dos personas que trabajaban para Moneygram. Se trata del ciudadano peruano Augusto Edwin Su Hesmahant y el chino Bing Zhao. Ambos están también acusados de blanqueo de dinero y pasaron por la cárcel por estos hechos. El primero era el encargado de localizar ciudadanos asiático con locutorios que quisieran convertirse en agentes de Moneygram para que, posteriormente, los integrantes de la trama acudieran a ellos a hacer envíos irregulares de dinero sin que les pusieran trabas. Bing Zhao era uno de estos agentes, cuya empresa, Nirvana Agua SL, se destacó por las ingentes cantidades de efectivo que remitía a China. Sólo en el segundo trimestre de 2009, su locutorio envío al país asiático remesas por un valor superior a los 4 millones de euros.

Son precisamente las declaraciones de ambos y los datos recogidos en los registros de este locutorio una de las principales pruebas contra Moragriega y Alonso, aunque no las únicas. De hecho, Augusto Edwin Su Hesmhant aseguró ante el juez que fue el director comercial quien supuestamente le encargó buscar prioritariamente ciudadanos chinos para potenciar el envío por parte de inmigrantes de esta nacionalidad hacia el gigante asiático. De este modo consiguienton que entre enero de 2009 y febrero de 2011 la mitad de las remesas enviadas por Moneygram España al extranjero tuviera como destino China. Uno de los principales artífices de ello era, precisamente, Bing Zhao.

La operativa sospechosa de éste y otros comerciales 'fichados' por Su Hesmhant a instancias de los dos directivos pusieron a la propia empresa detrás de la pista de que algo raro estaba ocurriendo. Así por ejemplo, el 96% de los clientes del locutorio de Bing Zhao declaraban al hacer los envíos ser administrativos. En otros locutorios supuestamente utilizados por la mafia se daban casos más llamativos. En uno, por ejemplo, el 99% eran camareros. En otros, sus clientes eran sorprendentemente todos de Fuenlabrada, localidad situada a más de 25 kilómetros del local. E, incluso, en uno se registró envíos realizados por un ciudadano chino de 21 años que pese a su juventud declaró ser notario. Nunca le pusiera trabas. En realidad, la Policía sospecha que miembros de la trama delictiva acudían con la documentación de numerosos compatriotas para, sin conocimiento de éstos, enviar multitud de remesas que nunca superaran los 3.000 euros individualmente para así no despertar las alarmas 'antiblanqueo'.

145 millones enviados a China en 2010

No lo consiguieron porque, como detectaron los propios controles internos de Moneygram, las cifras de envíos a China aumentaron de un modo escandaloso. Según sus informes, a parte de los cuales ha tenido acceso este diario, en 2009 el 23% de todo el dinero que la multinacional enviaba desde España tenía como destino el gigante asiático. Al año siguiente, ascendió al 59% hasta sumar 145 millones de euros, cinco veces más que en el periodo anterior. Cuando el Ministerio de Economía intervino a principios de 2011 todo indicaba que estas cifras iban a quedar ampliamente superadas. Las remesas con rumbo a China eran ya el 70% y se habían superado los 36 millones en poco más de dos meses.

Con los dos directivos ahora imputados, ya son cuatro los empleados de Moneygram acusados de 'lavar' dinero negro dentro de la 'Operación Emperador'

Una circunstancia que, de hecho, disparó las alarmas en el seno de la propia multinacional, cuyos servicios de prevención de blanqueo elaboraron varios informes que se han incorporado a la causa. Éstos fueron presuntamente ignorados por los dos directivos ahora imputados, según recogen los mismos documentos, lo que se ha convertido en una prueba más en su contra, según fuentes jurídicas consultadas por este diario. Según estos documentos, el director general aseguró que no había de qué preocuparse, mientras que el responsable comercial se empeñó en "quitar importancia" a los indicios de que se estaba 'lavando' dinero negro a través de sus oficinas.

Quien sí se preoupó, y mucho, fue el Servicio Ejecutivo para la Prevención del Blanqueo de Capitales (SEPBLAC), quien el pasado año envió un expediente al Ministerio de Economía con la propuesta de imponer una sanción a la compañía de 1,5 millones de euros por falta muy grave. El organismo de lucha contra la delincuencia financiera consideró que la multinacional no le alertó con la rapidez a la que está obligada por ley de las sospechosas cantidades de efectivo que sus oficinas en Madrid enviaron a China entre enero de 2009 y febrero de 2011. La investigación policial que en paralelo se desarrollaba dentro de la Operación Emperador ya había constatado para entonces que gran parte de esas remesas procedían de las redes de blanqueo de la mafia china. 

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