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España

Cascos y Arenas siguen la versión oficial: ni conocían la caja B ni cobraron en negro

Sin salirse del guión de Génova, Francisco Álvarez-Cascos y Javier Arenas han acudido este martes a la Audiencia Nacional a declarar como testigos cada uno a su manera, aunque con el mismo fondo. Ambos han negado ante el juez Pablo Ruz la supuesta contabilidad paralela del PP, reflejada en los 'papeles' del extesorero Luis Bárcenas.

Los dos exsecretarios generales populares han tenido el mismo recibimiento a su llegada a la Audiencia Nacional, donde un grupo de afectados por las preferentes les esperaba con pitidos e insultos, quizá más intensos en el caso de Arenas que en el de Cascos.

Vestido con traje gris claro y corbata azul, el que fuera ministro de Fomento con Aznar ha llegado a pie desde el madrileño paseo de Recoletos. Álvarez-Cascos ha entrado tranquilo treinta minutos antes de la hora a la que había sido citado (las 11.30) y no ha parecido inmutarse cuando los afectados por las preferentes le han llamado "chorizo" y "corrupto", lanzando sobres a su paso.

Arenas, con traje y corbata azules, ha llegado en coche, acompañado por dos personas y cinco minutos antes de la hora a la que había sido convocado, las 12.30. Al actual vicesecretario general de Política Autonómica y Local ha escuchado los mismos insultos que Cascos y algún cántico como "Arenas a la trena".Pocos -una veintena en el momento de mayor afluencia- pero muy ruidosos, han sido estos manifestantes, que al igual que los medios de comunicación aguardaban en la acera de enfrente de la fachada de la Audiencia, tras unas vallas instaladas para la ocasión, y ante la vigilancia de un numeroso grupo de agentes de la Policía.

Ambos han tenido que esperar un buen rato hasta su declaración, dado el retraso acumulado de las declaraciones del cajero del Partido Popular, Antonio Ortiz, y el exgerente Cristóbal Páez. Aunque la comparecencia de Ortiz se ha prolongado durante una hora, la declaración de Páez ha durado dos horas, lo que ha hecho que Álvarez-Cascos se sentara a declarar dos horas después de lo previsto. Por su parte, Arenas ha tenido que esperar tres horas.

Cascos y Arenas no conocían los sobresueldos

Distinciones en la forma, aunque el fondo de las declaraciones ha sido el mismo: negar la mayor. Ni contabilidad B, ni sueldos en B, ni nada que les conste, y en todo caso era Bárcenas el encargado de los dineros. Al menos, por parte de los dos exministros, ya que Páez sí que ha reconocido haber recibido dinero de la caja B, concretamente en dos ocasiones (2007 y 2008) y por un total de 12.000 euros.

Durante su extensa declaración, Paéz ha reconocido las dos anotaciones en las que el figura como beneficiario de un total de 12.000 euros y que aparecen en los papeles del extesorero. Páez, que ya no está vinculado al PP, permaneció un año en la gerencia del partido (de 2009 a 2010) y la abandonó al ser sustituido por el actual presidente del Consejo de Estado José Manuel Romay Becaría.

Para evitar filtraciones como la que se produjo el pasado 15 de julio, cuando se conocieron por Twitter datos de la declaración de Luis Bárcenas mientras se estaba produciendo, el juez Ruz ha requerido a los abogados sus teléfonos móviles y tabletas antes de empezar esta intensa jornada, cargada de expectación.

Más de medio centenar de informadores -algunos pertrechados con sombrillas para protegerse del calor- han aguardado frente a la Audiencia para tomar imágenes de los testigos y no han faltado momentos de tensión, sobre todo cuando Álvarez-Cascos ha abandonado la Audiencia escoltado por la policía y con forcejeos entre ésta y los reporteros gráficos. Y es que también ha habido dos maneras de salir: mientras Arenas se marchaba rápidamente y de nuevo en un coche que le ha recogido a la puerta, Cascos ha pretendido abandonar la Audiencia con aparente tranquilidad caminando hasta Recoletos, lo que ha dado lugar al citado lío.

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