Quantcast

España

El presunto hijo ilegítimo del rey: "Ha habido presiones en el Supremo para tumbar mi demanda"

Alberto Solá no se rinde y pretende luchar hasta el final en los tribunales.

Alberto Solá no está dispuesto a rendirse. El presunto hijo ilegítimo del rey emérito, Juan Carlos I, asegura a Vozpópuli que "ha tenido que haber presiones o un acuerdo en el Tribunal Supremo" para que se desestimase su reclamación de paternidad. El afectado no entiende el cambio de criterio de la Fiscalía en este asunto. Promete batalla: "Si hace falta, iremos a Estrasburgo, hasta el final", afirma. Y justifica su modo de actuar en los tribunales porque "lamentablemente él es mi padre"

En conversación telefónica con este diario, Solá dice estar tranquilo a pesar del varapalo que ha supuesto que el Tribunal Supremo no haya admitido a trámite su demanda de paternidad y, sin embargo, sí haya aceptado estudiar la presentada por Ingrid Sartiau, su presunta hermana. Y, sobre todo, remarca sus intenciones de seguir adelante con el litigio frente al monarca jubilado. "Todavía no tenemos la resolución del Supremo, cuando la tengamos mi abogado la estudiará para ver qué hacemos", arguye. "Si se puede actuar aún en España, probaremos aquí, pero si no se puede, iremos a Estrasburgo, porque vamos a ir hasta el final", sentencia. 

"Tengo pruebas contundentes"

Solá no se explica por qué la Fiscalía del Alto Tribunal ha cambiado de parecer en este asunto. "Ha tenido que haber presiones o algún tipo de acuerdo oculto para tumbar mi demanda, porque hace seis semanas el fiscal no se oponía y de pronto, hace tres semanas, se opuso a la admisión a trámite de las dos demandas de paternidad", detalla. "En el caso de mi demanda había pruebas contundentes -destaca-, pero no se ha aceptado". De hecho, lo más llamativo, para él, es que sí se haya aceptado la demanda de Ingrid Sartiau.

Alberto Solá explica que ahora mismo no mantiene relación alguna con Ingrid Sartiau, su presunta hermana, a pesar de que llegaron a compartir abogado

El supuesto hijo ilegítimo de Juan Carlos I admite que ahora mismo "no ha relación" con su presunta hermana, a pesar de que en un principio incluso compartieron abogado. "No me voy a meter con ella, pero yo no aceptaba hacer pruebas de ADN por doquier", concluye. Alberto Solá no entra a valorar las intenciones ni las posibilidades reales de victoria de Sartiau. Pero está convencido de que él acabará ganando en los tribunales, sea en España o en la Unión Europea, "porque la verdad es que él, lamentablemente, es mi padre". 

Su demanda

Como es sabido, Solá asegura ser el primogénito de don Juan Carlos. En primer lugar, este hombre presentó el pasado junio la Audiencia de Madrid una demanda acompañada de una prueba de ADN con una "fiabilidad superior al 99,9 por ciento". La Audiencia Provincial remitió la causa al Supremo tras la abdicación de don Juan Carlos como jefe de Estado. Y ahora la Sala de lo Civil del Alto Tribunal ha frenado sus intenciones al no admitir su demanda.  

El abogado de Solá, Francesc Bueno, pedía que si esta prueba de ADN no era admitida se realizase otra y se llamase a declarar como testigo al perito que analizó la fiabilidad de la misma en su momento. Sin embargo, el fiscal ocupado de este caso, José María Paz, calificó la prueba como una "mera hipótesis", dado que a su juicio no aporta el principio de prueba de filiación que exige la ley. Según la sala del Supremo, en el caso de Ingrid Sartiau sí hay "principio de prueba" por un acta notarial en la que su madre narra el encuentro con Juan Carlos I.

Nacido en 1956, Solá mantiene que el rey emérito tuvo una relación con su madre biológica, Anna María Bach Ramon, antes de ser proclamado jefe del Estado

Solá defiende que el rey emérito, Juan Carlos I, mantuvo una relación con su madre biológica, Anna María Bach Ramon, antes de ser proclamado jefe del Estado. Solá, nacido en Barcelona en 1956, fue criado en una familia adoptiva. Su abogado mantiene que la inviolabilidad no ampara las conductas privadas que realizó cuando todavía no era jefe del Estado. 

Como ha ido informando este diario, la decisión del Supremo de aceptar la demanda de Ingrid Sartiau implica que con bastante probabilidad se celebrará una vista pública en los próximos meses. Eso sí, ahora Juan Carlos I tiene un período de 20 días para personarse en la causa y contestar a la demanda. Si se persona pero hay una vista, ésta podría ser a puerta cerrada y también podría incluir el interrogatorio al afectado. En la demanda de la presunta hija ilegítima del monarca se incluye una petición de prueba de ADN, prueba que la Sala deberá decidir si acepta.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.