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España

PP y PSOE creen que el Rey ha precipitado ahora su abdicación para abortar el debate sobre monarquía o república

Hace dos meses escasos, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, presentó en el Consejo de Ministros una novedad en la reforma de la ley orgánica del Poder Judicial que introducía el aforamiento de la Reina Sofía y de los Príncipes de Asturias. El pasado abril, la mayoría de los ministros estaban convencidos de que en la mente de don Juan Carlos no estaba abdicar ya que el Rey prefería esperar a que se despejara el juicio del ‘caso Nóos’ y se encauzara el problema catalán. La sorpresa saltó ayer y en los cuarteles generales del PP y del PSOE se ha leído como un intento improvisado del monarca de abortar el debate que puede abrirse en España sobre Monarquía o República y también de garantizar una sucesión normalizada en el Trono.

Desde que Ruiz-Gallardón anunció el aforamiento de la Reina y de los Príncipes, en España se han celebrado elecciones europeas, con una foto que refleja la desafección hacia la política de casi el 55% de la población, Alfredo Pérez Rubalcaba ha hecho sus maletas y la reforma constitucional se ha abierto paso como la salida más idónea para encauzar el conflicto catalán. Según opiniones recogidas en los cuarteles generales del PP y del PSOE, todas estas novedades han podido ser determinantes en la decisión del Rey de precipitar su abdicación.

La incógnita del relevo de Rubalcaba

Rubalcaba ha compartido numerosas conversaciones con el Rey en los últimos meses sobre la idoneidad o no de su abdicación. La información que desde ayer comparte con otros dirigentes socialistas coloca su decisión de tirar la toalla como secretario general del PSOE dentro de las piezas que han podido conducir a don Juan Carlos a acelerar también su retirada. “No es lo mismo abordar el proceso sucesorio todavía con Alfredo al frente del partido que con un político aún desconocido, quizás con 30 años más joven que él y condicionado por una militancia que no le haría ascos a la llegada de la República”, aseguran fuentes socialistas.

Este es un criterio que se comparte también en la dirección del PP. “Ahora el Rey cree que tiene una sucesión mínimamente ordenada en el trono porque existe una estabilidad parlamentaria sustentada en los dos grandes partidos. A la vuelta del verano, dependiendo de quien dirija entonces el PSOE, esto no lo tendría garantizado, ni tampoco que no se destape un áspero debate parlamentario promovido por fuerzas republicanas sin los diques de contención que ahora hay en el Parlamento”, aseguran fuentes populares.

Improvisación y prisas

En el Congreso de los Diputados se respira malestar por la improvisación y las prisas con las que el Rey está obligando a desarrollar todo el proceso de sucesión, sin una ley Orgánica que lo articule y sin un protocolo al que atenerse. Solo el presidente del Gobierno y el líder de la oposición conocían de antemano las intenciones del monarca, pero el calendario finalmente fijado para el anuncio ha pillado de sorpresa, incluso, al presidente de la Cámara Baja, Jesús Posada, que es la tercera autoridad del Estado.

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