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Internacional

Turquía vive su particular 23F

Soldados turcos en la plaza Taksim de Estambul.

Turquía ha vivido esta madrugada las horas más tensas de su historia reciente con la declaración, en torno a las 21.30 de este viernes, de un fallido golpe de Estado ejecutado por un grupo de militares contra el Gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan, que ha responsabilizado del acto a su némesis, el clérigo residente en Estados Unidos Fethullah Gülen. Nadie, sin embargo, ha asumido por el momento la responsabilidad de un levantamiento que ha dejado al menos 265 muertos y escenas de guerra en Estambul y Ankara, puntos calientes de la fallida asonada. Fuentes gubernamentales han confirmado más de mil quinientos heridos y cerca de 1.500 militares detenidos. Además, el fracaso de la asonada militar ha llevado al presidente a iniciar una limpieza en los cuerpos militares y jurídicos del país, ordenando la destitución de 2.745 jueces este sábado.

Miles de ciudadanos se echaron a la calle en defensa del Gobierno democrático, tal y como solicitó a través de la televisión Erdogan

Ante el golpe de Estado, miles de ciudadanos se echaron a la calle en defensa del Gobierno democrático, tal y como solicitó poco después de producirse la intentona a través de la televisión el presidente Erdogan. El Servicio de Inteligencia de Turquía ha dado por fracasada la intentona golpista, aunque anunciaba a primera hora de la noche que aún quedaban algunas bolsas de resistencia por parte de los militares rebeldes, que serán juzgados por traición. La tarde de este sábado, el ministro de Defensa turco, Fikri Isik, ha asegurado que se ha evitado el golpe de Estado y que no queda ningún área del país que no esté bajo control del Gobierno.

A última hora del viernes, la televisión nacional turca emitió un comunicado asegurando que el golpe de Estado de parte del Ejército, que se rebeló contra el presidente Erdogan y la legalidad vigente, había triunfado. Los golpistas llegaron a controlar la televisión y otras instituciones importantes del país, así como puntos estratégicos en Estambul y Ankara. Tras varias horas de incertidumbre, la situación en las calles de Estambul, Ankara y el resto de ciudades turcas no estaba clara. Disturbios y disparos, con varios muertos, era la primera imagen de un golpe que habría de encontrar en la población turca a su más feroz enemigo. 

El presidente Erdogan, hizo un llamamiento a los ciudadanos para que acudieran al aeropuerto y a las plazas de la ciudad en defensa del régimen y aseguró que el golpe no triunfaría. El presidente anunció más tarde su regreso a Ankara y llamó a la rebelión callejera contra la asonada. La respuesta de la ciudadanía al llamamiento de su presidente fue total, lanzandose en las calles contra los tanques de los sublevados, y tomando los edificios tomados por los militares, como la televisión pública. 

El jefe del Estado turco, que compareció via Skype en CNN Turk, acusó a "una estructura paralela de poder" -el término empleado habitualmente para describir a su enemigo declarado, el clérigo Fethullah Gülen- del golpe, ejecutado por "una minoría del Ejército". Por su parte, los medios de comunicación locales informaron de que aviones y helicópteros militares sobrevolaron Ankara y Estambul, las dos ciudades más importantes del país. En Ankara se escucharon disparos, de acuerdo con testigos citados por Reuters. La agencia de noticias turca Dogan indicó que la Policía pidió a los agentes que fueran a las comisarías. Mientras, en Estambul, la Gendarmería cerró al tráfico los puentes Bósforo y Fatih Sultan Mehmet, que cruzan el estrecho, en sentido Europa. Estos puentes fueron uno de los focos en donde se produjeron algunos de los enfrentamientos más agresivos, con imágenes como la de un helicóptero disparando contra la población civil, que rápidamente circuló por las redes sociales. En total, 161 policías y civiles habrían perdido la vida, frente a los 104 militares sublevados que murieron a manos de los ciudadanos.

Los turcos en la calle

El primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, había informado, al comienzo de la noche, que un grupo de militares se ha sublevado para derrocar al Gobierno, por lo que ha dado órdenes de "hacer lo que sea necesario" para sofocar la intentona golpista. Yildirimi ha explicado que un grupo de militares "ha tomado ilegalmente las armas saltándose la cadena de mando". "De momento no podemos hablar de golpe de Estado. Es una revuelta", ha dicho en una intervención telefónica en la cadena turca NTV. El 'premier' ha recalcado que "el Gobierno elegido por el pueblo turco sigue a cargo" y ha dado órdenes a las tropas leales de "hacer todo lo necesario" para poner fin a la sublevación militar. "Les castigaremos de la forma más dura", amenazaron a los golpistas, que se vieron superados por la respuesta ciudadana a la asonada.

Rusia pide a Turquía seguir "en el marco constitucional"

Las primeras reacciones de las cancillerías internacionales sobre el golpe en Turquía comienzan a llegar. El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha expresado su deseo de que Turquía se mantenga "en el marco constitucional", en respuesta al golpe de Estado lanzado este viernes por la noche por un grupo de militares contra el Gobierno de Bilan Yildirim. Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, que precisamente se encontraba con Lavrov en una reunión de Estado, ha apelado a la estabilidad en Turquía en respuesta al golpe de Estado lanzado por un grupo de militares contra el Gobierno de Bilan Yildirim. El presidente Obama, según AFP, ha pedido apoyo para el gobierno elegido democráticamente.

EL PRESIDENTE DE LA DIPUTACIÓN DE MÁLAGA, EN TURQUÍA

La delegación española desplazada a Estambul con motivo de la declaración este viernes de los Dólmenes de Antequera (Málaga) como Patrimonio Mundial de la Humanidad ha hablado de una situación de "calma tensa", sin poder salir, por recomendación expresa de la Embajada de España, de los hoteles donde se encontraban alojados, debido al intento de golpe de estado que ha vivido el país. Así lo ha confirmado el presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, miembro integrante de la delegación junto a otros como la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, o el alcalde de Antequera, Manuel Barón, que, junto a cargos y técnicos suman un total aproximado de unas 20 personas.

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