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Internacional

Al menos 38 muertos y 36 heridos en el asalto a un hotel español en una zona turística de Túnez

Vista de una de las víctima del ataque terrorista contra dos hoteles de Susa, Túnez.

Un atentado terrorista contra dos hoteles situados en una de las zonas más turísticas de Túnez ha dejado este viernes al menos 38 personas muertas y otras 36 heridas, según el último balance aportado por el ministro tunecino de Salud, Said Aidi. El ataque ha tenido lugar en Port el Kantawi, en la región tunecina del Susa (sureste del país) y el objetivo han sido dos complejos hoteleros, uno de ellos, el Imperial Marhaba, perteneciente a la cadena española Riu. Fuentes de ese hotel indicaron que no había españoles registrados en el establecimiento.

Entre las víctimas habría tunecinos y turistas extranjeros, de distintas nacionalidades europeas, la mayor parte británicos, 15 confirmados hasta el momento, pero también belgas y alemanes. Al menos dos turistas están en estado crítico y otros ocho necesitan atención médica, según informa la radio local Mosaique. Aïdi ha reconocido que hay carencias a la hora de dar apoyo psicológico a las víctimas del ataque contra el hotel.

Fueron dos hombres armados con kalashnikov los que comenzaron a disparar indiscriminadamente contra los turistas que se encontraban en la playa de Susa. Uno de los asaltantes fue abatido por las Fuerzas de Seguridad. Se trata de un joven estudiante universitario procedente de la región de Kairuán, en el centro del país, y que no era conocido en medios policiales, según explicó a la emisora Mosaique FM el secretario de Estado de Interior tunecino, Rafik Chailey. Llegó al lugar a bordo de una embarcación en la que llevaba escondido un fusil de asalto en una sombrilla, precisó Chailey.

El terrorista yace abatido tras enfrentarse a la Policía

El segundo sospechoso, que había huido, fue detenido poco después cerca de la entrada a la autovía A1 en Susa, a apenas un kilómetro del hotel atacado.

Testigos que se encontraban en uno de los hoteles atacados explicaron a Efe que "dos o tres hombres entraron con fusiles en el hotel y abrieron fuego contra las personas que encontraban a su paso". "Se infiltró por la parte trasera del edificio antes de abrir fuego contra los residentes del hotel", explicaron otras fuentes citadas por medios locales. Un empleado de uno de los establecimientos atacados indicó que se trataba de "un joven vestido con pantalones cortos, como si fuera también un turista".

Los hoteles atacados son el Imperial Marhaba -de la cadena española Riu- y el vecino Muradi Palm Marinay. Las víctimas serían de nacionalidad belga, británica y alemana. Los seis heridos fueron trasladados al hospital regional.

Antes de la oración del viernes

Tanto España como otros países europeos han puesto en marcha sus protocolos de seguimiento e identificación para conocer la situación. En el caso de España, cualquier información oficial se revelará a través de la oficina de información diplomática.

Este ataque, que se ha producido al mismo tiempo que otros atentados similares en Francia y Kuwait, es el segundo de este tipo que sufre Túnez en los últimos tres meses, después de que el pasado 18 de marzo 22 turistas extranjeros murieran acribillados por varios yihadistas en el museo del Bardo de la capital. Se ha producido, además, poco antes de la principal oración del viernes, a mediodía, y cuando se cierra la primera semana del mes de ayuno sagrado de Ramadán.

La ministra tunecina de Turismo, Salma Elloumi, ha reconocido que el atentado supone una "catástrofe" para el país, ya que supone una enorme pérdida para la economía y para el turismo del país, que ya se había visto gravemente golpeado tras el atentado contra el Museo del Bardo. "Estoy extremadamente conmocionada, los turistas habían venido a visitar Túnez y mirad lo que ha ocurrido", se ha lamentado, llamando a la unidad nacional tras este nuevo atentado. La ciudad de Susa es muy popular entre los turistas ingleses, alemanes y españoles por sus largas playas de arena fina blanca.

El presidente tunecino anuncia "medidas dolorosas"

El presidente tunecino, Beji Caid Essebsi, ha lamentado el atentado contra el "corazón" de Túnez y ha prometido que habrá que adoptar "medidas dolorosas pero necesarias". El jefe de Estado, que se ha desplazado a Susa, ha subrayado que el país está en guerra contra el terrorismo y que esta guerra no solo implica al Ejército y la Policía, sino a todos los ciudadanos, informa el portal Business News.

Esebsi ha reconocido que ha sido un golpe duro para Túnez, que el pasado marzo sufrió un atentado contra el Museo del Bardo que dejó más de 20 fallecidos. Así las cosas, ha prometido que el Gobierno adoptará todas las medidas necesarias y asumirá sus responsabilidades. "Adoptaremos medidas dolorosas pero que ahora son necesarias", ha señalado.

"Nos hemos retrasado en adoptar estas disposiciones para evitar ciertas situaciones pero no lo haremos ahora", ha añadido. En este sentido, ha dicho que las autoridades competentes se reunirán desde esta noche para adoptar las decisiones que hacen falta. En concreto, ha pedido al primer ministro que revise las autorizaciones concedidas a ciertos partidos. "La bandera de Túnez, la bandera roja, será de ahora en adelante la única bandera que se ice en Túnez, nuestra bandera no es negra", ha aseverado, en referencia a la bandera empleada por el grupo terrorista Estado Islámico.

El Gobierno cerrará 80 mezquitas

El Gobierno tunecino decidió anoche cerrar cerca de un centenar de mezquitas en manos de clérigos salafistas, horas después de que una rama afín al grupo terrorista Estado Islámico se atribuyera la matanza de 38 personas en un hotel turístico en el sur del país.En declaraciones a los medios, el primer ministro tunecino, Habib Essid, admitió que el objetivo es recuperar el control de cerca de 80 templos en los que se incita a la violencia y hay indicios de que se promueven y financian ciertos grupos yihadistas.

La decisión de cerrar las mezquitas, que el mandatario adelantaba con sus crípticas palabras, supone el primer recorte de las libertades que Túnez adapta desde el alzamiento contra la dictadura del huido Zine el Abedin Ben Ali. Caído el tirano, la transición supuso una recuperación de las derechos individuales y colectivos, entre ellos la libertad religiosa que grupos salafistas aprovecharon para apropiarse de los púlpitos de importantes mezquitas.

A ello se unió la puesta en libertad de decenas de radicales que penaban en las cárceles bajo el puño represor de Ben Ali, muchos de los cuales partieron después a Siria e Irak para sumarse al combate del EI. "Las cifras oficiales dicen que son unos 3.000, lo que convierte a Túnez en el principal exportador de voluntarios al EI. Pero son cifras antiguas, calculamos que son más de 5.000" explica a Efe Hedi Yahmed, autor de un reciente libro que analiza el yihadismo en este país norteafricano.

"El yihadismo está implantado en Túnez desde la década de los 80, cuando empezaron los primeros emigrantes (que se unieron a lo que después sería Al Qaeda). Esa es la primera generación. Después regresaron y muchos fueron encarcelados por Ben Ali, donde contagiaron a muchos", agrega. Según Yahmed, director del diario digital en árabe Hakhakaik, la tercera generación son "los yihadistas de la revolución, esos que salieron de las prisiones con la amnistía" que siguió a la huida de Ben Ali.

Muchos de los que han regresado de Siria han sido detenidos y encarcelados, pero muchos más solo tienen la obligación de presentarse en las comisarías y apenas están controlados por unos servicios de Seguridad que también han quedado debilitados desde la revolución. Una fuente del Ministerio de Interior admitió a Efe que Saifedine Rezgui, uno de los supuestos autores de la matanza del viernes en el hotel de Susa, no estaba en la lista de yihadistas considerados peligrosos.

Rezgui, estudiante de ingeniería en la ciudad de Kairauan, 23 años, se presentó pasado el mediodía en la playa del hotel y abrió fuego de forma indiscriminada contra los turistas junto a un compañero que fue después detenido. Fuerzas de Seguridad lograron matarlo cuando corría en dirección a la piscina y a la entrada del hotel Marhaba Imperial, de la cadena española RIU.

Junto a tres fotografías, la cuenta considerada afín al EI y que las autoridades investigan, identifica a uno de los terroristas como Abu Yihya al Kairauani, y asegura que su acción "mató a 40 infieles".  El atentado del Bardo también fue reivindicado por el grupo terrorista EI a través de internet, pero después las autoridades tunecinas aseguraron que fue obra del grupo yihadista local "Oqba bin Nafa".

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