Medios de todo el mundo rinden homenaje a 'Charlie Hebdo' y a la libertad de expresión

La tragedia del semanario satírico francés Charlie Hebdo ha dado lugar a numerosas muestras de apoyo a las víctimas y de repulsa hacia el atentado, muchas de ellas en forma de viñeta. De la misma manera, la prensa internacional ha querido rendir un emotivo homenaje a sus compañeros dedicando numerosas portadas al semanario satírico y a lo que consideran uno de los mayores ataques de la historia a la libertad de expresión. El ataque a Charlie Hebdo ha sido portada en los principales rotativos estadounidenses, latinoamericanos y europeos, pero ha sido la prensa francesa la que se ha volcado en su condena al acto terrorista que acabó este miércoles con la vida de diez trabajadores de la revista y dos policías en París. 

Asimismo, las viñetas realizadas en homenaje a los fallecidos muestran la tristeza y la rabia por el asalto perpetrado por varios individuos encapuchados que mataron, entre otros, al director del semanario satírico, Stéphane Charbonnier, alias "Charb", y a tres conocidos dibujantes, Cabu, Tignous y Wolinski.

El homenaje gráfico a Charlie Hebdo del ilustrador chileno Francisco J. Olea, en el que se puede ver un arma dibujada con una regla, un bolígrafo, una goma y un sacapuntas, junto al lema "A tomar las armas compañeros" ha dado la vuelta al mundo. "El 7 de enero debería instaurarse como el día mundial del dibujante" ha dicho en Twitter el dibujante. La imagen de Olea ha sido una de las más difundidas en las redes sociales, con el lema "Je suis Charlie Hebdo" (Yo soy Charlie Hebdo), al igual que la del australiano David Pope, que en The Canberra Times ha dibujado a un terrorista vestido de negro con un arma y un muerto a su lado mientras afirma: "él dibujó primero".

Forges, uno de los más destacados viñetistas españoles, publica en El País un dibujo en el que puede leerse la frase "Libertad, igualdad, fraternidad y Charlie Hebdo" plagada de orificios de bala humeantes, mientras que el ilustrador catalán Oriol Malet rinde su particular homenaje a sus colegas con el dibujo de un lápiz reconvertido en pistola.