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Internacional

El caso 'Silk Road': la misión policial que acabó con el Temible Pirata Roberts

Ross Ulbricht, en una imagen de archivo.

Cuando el agente Chris Tarbell del FBI se encontró de frente con el Temible Pirata Roberts en la calle Diamond de San Francisco no tuvo que volver revisar la descripción que tenía del sospechoso para reconocerle. Aún quedaban algunos minutos hasta que las esposas de las autoridades encajaran en las muñecas del joven de 29 años, pero el agente estaba en éxtasis, tras meses y meses de investigación, al fin podía dar forma al hombre al que había rastreado en los confines de la red.

Tarbell era un joven agente de la división de ciberdelincuencia del FBI en Nueva York, que desde hacía ocho meses, febrero de 2013, investigaba la página web Silk Road - La Ruta de la Seda en su traducción al castellano -, un bazar online, como un eBay clandestino, donde se podía comprar y vender de manera anónima con bitcoins - la moneda digital - debido a su ubicación en la deep web, un apartado de la red al que no se puede entrar desde navegadores tradicionales. El sitio en cuestión, al que solo se podía acceder usando Tor o herramientas similares, que hacen irrastreable al usuario, se convirtió unos meses después de su creación en el lugar perfecto en el que traficar con drogas y en donde blanquear dinero, convirtiendo al Temible Pirata Robert, el misterioso genio que manejaba los hilos. en una persona rica, dado que la página llegó a realizar 1,5 millones de transacciones, valoradas en cerca de 1.200 millones de dólares -según el cambio-, en sus casi tres años de vida.

La DEA, el FBI, Homeland Security, la IRS, el Servicio Secreto y el US Postal Inspection estaban detrás de Ulbricht

Pero Ross Ulbricht, la persona que se escondía tras el nombre del Temible Pirata Robert, no era un genio del crimen, es más, según la investigación llevada a cabo por el periodista Joshua Bearman en Wired, a raíz de la investigación policial, se puede decir que no era lo que detrás de su máscara en la red pensaban que era la DEA, el FBI, Homeland Security, la IRS, el Servicio Secreto y el US Postal Inspection, todas ellas organizaciones que durante años siguieron su rastro. Ulbricht inició Silk Road con 27 años, en enero del 2011, después de que la empresa de libros de segunda mano en la que trabajaba cerrara. Especializado en física por la Universidad de Texas, era un autodidacta en el terreno de la programación, y según sus diarios, mensajes en los foros de la página y tal y como defendió su abogado en el juicio, Ulbricht, que tenía una ‘filosofía libertaria’, creo la página como un libre mercado sin intervención estatal. Tal y como relataba en su página de Linkedin: “Estoy creando una simulación económica para darle a las personas una experiencia de primera mano de cómo sería vivir en un mundo sin un sistema que use la coerción”. Además, escribió en su diario que la idea era “crear un sitio web donde la gente pueda comprar cualquier cosa de forma anónima, sin rastro alguno para que nada pueda llevar de nuevo a ellos”.

Del idealismo al asesinato

Fue el día 1 de Octubre de 2013, tras casi tres años en funcionamiento y pocos minutos después de que el Temible Pirata Robert se cruzara con el agente Chris Tarbell en la calle Diamond de San Francisco, Ulbricht se dirigió, tras un fugaz paso por una cafetería llena de policías, a la biblioteca de Glen Park, donde se sentó en la última mesa, al lado de la ventana, justo en la sección de ciencia ficción. Pese a que en ese mismo instante un operativo completo del SWAT se dirigiera a la biblioteca para detener al joven a punta de pistola, el equipo de Tarbell necesitaba el ordenador de Ulbritch intacto, conectado a Silk Road, para tener una prueba definitiva contra él. Para lograr el objetivo, y tras comprobar que estaba conectado, el equipo distrajo al joven lo suficiente como para arrebatarle el ordenador. No fueron más de 10 segundo, y casi se trató de una escena propia de una película, en una sala llena de agentes del FBI vestidos de paisano, dos de ellos fingieron una pelea de pareja, y mientras Ulbricht se giraba para ver qué pasaba, una agente sentada en la misma mesa le arrebataba por los pelos su portátil y se lo pasaba a otro agente que pasó por allí en el instante preciso. En su ordenador estaba todo lo que necesitaban: el Temible Pirata Robert, conectado con la cuenta de administrador. Además de Silk Road, el joven tenía abierto un programa de descargas donde estaba bajando una entrevista a Vince Gillian, el creador de Breaking Bad, una serie que acababa de emitir su último episodio y que, por paradójica que pueda resultar la situación, tenía mucho que ver con el proceso de transformación de Ulbricht en el Temible Pirata Robert.

(La mesa circular fue donde detuvieron a Ulbricht)

Breaking Bad cuenta la historia de cómo un hombre normal acaba convertido en un criminal, asesino, mentiroso y capo de un imperio de la droga en apenas dos años. La historia de Ulbritch, que en casi tres años pasa de ser un estudiante de física que dirige una empresa de libros de segunda mano al administrador de la mayor página para contrabando de droga y blanqueo de dinero en la deep web, no tiene nada que envidiar a la de Walter White, y más si se tiene en cuenta que el ideal con el que Ulbricht inició su página acabó corrompido por el miedo a ser atrapado, hasta el punto de que el joven llegó a encargar 6 asesinatos, gastando un total de 730.000 dólares en intentar acabar con la vida de colaboradores o personas que consideraba una amenaza para Silk Road. Por suerte, no existe prueba de que ninguno de los asesinatos que encargara el Temible Pirata Robert llegara a realizarse. El primero de ellos, contra su moderador Curtis Green, por el que pagó 80.000 dólares, se lo encargó a un agente de la DEA infiltrado en su red, y que acababa de detener a Green. Con este agente, Ulbricht intimaba y le tenía por confidente y amigo. Para no romper la tapadera, las autoridades enviaron una foto trucada con el trabajo realizado. El resto de encargos, que no han podido se probados debido a las identidades ocultas en Tor tanto de los contratados como de los objetivos, se cree que se trató de un engaño a modo de chantaje a Ulbricht, en el cual él cayó al recibir las respectivas pruebas fotográficas. En la entrevista que el creador de Silk Road nunca pudo ver, Gilligan explica que Walter White estaba condenado desde el inicio, y todos lo sabían salvo él. ¿Estaba Ross Ulbricht condenado desde que inició su travesía en los confines de la red?

Una aguja en un pajar

El uso de Silk Road - su logo en la imagen de la derecha - explotó cinco meses después de que fuera inaugurada gracias a un artículo en la página Gawker. Ulbricht había estado aprendiendo a programar según iba avanzando en Silk Road. En esta época los hackers le avisaban sobre los defectos de la web: “Esto es una mierda de aficionados”, le dijo uno de ellos. Con el tiempo el joven estableció algunas normas en la página: nada de pornografía infantil, artículos robados o títulos falsos. Según relató Ulbritch, las reglas eran “tratar a los demás como te gustaría ser tratado y no hacer nada para herir o estafar a alguien más”. Además, estableció unas calificaciones para que los usuarios valoraran los productos y su calidad, una guía para ocultar las drogas en los envíos y se erigió como voz de la comunidad… En febrero de 2012 asumió el nombre de Temible Pirata Roberts, un personaje de la película La princesa prometida que en realidad se trata de un personaje caracterizado por una máscara que se iban pasando de generación en generación los piratas para mantener vivo el mito y la reputación.

Ulbricht ignoró las advertencias en Reddit sobre los fallos de seguridad y gracias a eso el FBI halló su servidor

No fue hasta junio de 2013, cuando Silk Road ya contaba con cerca de 1 millón de cuentas registradas, que el agente Chris Tarbell encontrara una pista importante. El caso se había convertido desde hacía semanas en una batalla burocrática entre las agencias que estaban detrás de el Temible Pirata Robert; la operación había pasado a ser una lucha de egos entre los distintos cuerpos. El caso Silk Road era la mayor cacería a través de la web de la historia y solo la DEA de Baltimore parecía avanzar en la investigación hasta la fecha. El agente Carl Mark Force llevaba varios meses infiltrado como confidente de Ulbricht, haciéndose pasar por un capo mexicano con el apodo de Nob, el agente Force era consejero del joven y apoyo en asuntos delicados, como la falsa ejecución de Curtis Green, al que la brigada de Force había detenido pocos días antes. Hasta la fecha era el único avance importante de las autoridades, hasta que la brigada del FBI de Nueva York de Tarbell, tras estar durante semanas procesando paquetes de Tor, hurgando en el protocolo y en foros sobre la seguridad de la página, dio un día en Reddit con la advertencia de un usuario sobre un error en la IP de Silk Road que la hacía visible a otros usuarios. Ulbricht ignoró la advertencia y, siguiendo las indicaciones del hacker, Tarbell encontró la dirección del servidor de la web. Estaba en Reykjavik, Islandia. Gracias a este descubrimiento, Trabell pudo encontrar que la última conexión al servidor era de una IP física: Café Luna, en la calle Sacramento, en San Francisco.

Ulbricht se había mudado a San Francisco en 2012 gracias a los ingresos que obtenía por Silk Road - según las autoridades ganó 18 millones de dólares durante el tiempo que estuvo abierta la página -. Fue a San Francisco por una invitación de su amigo René Pinnell con quien compartió una charla en StoryCorps, una organización que invita a la gente a compartir sus experiencias vitales, y en la que Ulbricht aseguró que pensaba vivir para siempre. En San Francisco se estrechó completamente el cerco sobre el Temible Pirata Roberts. Agentes de Homeland Security se presentaron en su casa debido a que habían encontrado un alijo de documentos falsos con la cara de Ulbritcht en la frontera de Canadá dirigidos a su dirección en la ciudad.

(Force cobró de Ulbricht 925 bitcoins, más de 230.000 euros)

Pese a que las fuerzas de seguridad aún no sabían quién era el admin de Silk Road, Ulbricht si sabía que iban tras él. En un giro increíble de los acontecimientos que se conoció tras el arresto, el agente Carl Mark Force, que actuaba como infiltrado y confidente del creador de la web, estaba además vendiendo información a Ulbricht sobre el avance de las investigaciones de la DEA y además le consiguió licencias de conducir falsas de cara a una posible huida.

La pista definitiva

Mientras tanto el equipo de Nueva York estaba recreando el sistema de Silk Road en sus propios ordenadores para entender las comunicaciones y la estructura del sitio. De esta forma Tarbell fue capaz de discernir que el trabajo de Ulbricht no era el de un profesional, sino el de un autodidacta. Los agentes encontraron todo lo que necesitaban, incluso los registros del resto de órdenes de asesinato localizadas en los chats privados del administrador, pero no hallaron la identidad, lo único que encontraron para avanzar fue un callejón sin salida, una dirección IP con un nombre igual a la ID encontrada en Islandia: Frosty.

La defensa la versión de las órdenes de asesinato, de la que no se le acusó, y dudaron de las pruebas policiales, tomando como ejemplo la corrupción de agentes como Force

Fue casualidad. Tarbell estaba en una conferencia telefónica con el fiscal federal asignado al caso y un agente de Seguridad Nacional llamado Jared Der-Yeghiayan, que había suplantado la identidad de una administradores de Silk Road - en su época final eran 4 administradores de confianza más Ulbricht - al ser pillada y obligada a cooperar, cuando escuchó el nombre del Ulbricht. Un agente del IRS, Gary Alford, estaba en la ‘sala de guerra’, como el equipo llamaba a la sala de trabajo, con Tarbell y el resto de agentes. En la habitación había un panel con múltiples pistas en donde todas llevaban a un nombre: Frosty. Al ver este apodo, el agente explicó que él había estado en el caso de Silk Road con otra agencia y tenía una pista. Alford detalló que cuando estaba en el caso había imaginado que quien creó Silk Road habría tratado de fomentar el interés en distintos sitios web para arrancar su uso, por eso buscó urls en Tor en la época en la que apareció la página y encontró un post en un foro, shroomery.org, el 27 de enero de 2011, días después de que saliera a la luz el proyecto. Un usuario llamado Altoid escribía en su único mensaje en ese foro sobre un sitio que había encontrado donde comprar y vender cualquier cosa de forma anónima. El agente explicó que acto seguido buscaron en Google otro lugar donde hubiera escrito el usuario Altoid y el buscador reveló una pregunta acerca de programación de bases de datos relacionada con Tor en marzo de 2013. El correo electrónico que apareció para este usuario fue [email protected] y un minuto más tarde, el usuario había cambiado su alias por Frosty. Alford explicó que el IRS no tenía ni idea de que significaba Frosty o nada por el estilo, por lo que la información se depositó en un expediente hasta que el agente dio a parar con el panel de Tarbell.

(Click en la imagen para agrandar)

A partir de ahí se organizó el operativo en San Francisco. Ulbricht acabó detenido y al día siguiente la página Silk Road apareció con un mensaje informando del cierre. La red ardió en comentarios de estupefacción y rápidamente el caso comenzó a darse a conocer. Las réplicas a Silk Road no dejaron de aparecer, Silk Road 2.0, Silk Road 3.0 y muchas otras páginas que aspiraban a emular a la popular web de comercio anónimo aparecieron para quebradero de cabeza de las fuerzas de seguridad. La familia del joven admin no quiso creer la versión de las autoridades y montó una campaña en favor de la inocencia de Ulbrticht (Freeross.org), alegando que él no era el autor de los cargos y que había sido hackeado.

Las réplicas a Silk Road no dejaron de aparecer, Silk Road 2.0, Silk Road 3.0 y muchas otras páginas que aspiraban a emular a la popular web de comercio anónimo

El propio Ulbricht aseguró en una entrevista con Forbes un par de meses antes de ser detenido que no empezó Silk Road, sino que la había heredado de su predecesor, que según detalló Wired podría tratarse de un usuario que usó los nicknames de Variety Jones, y más tarde Cimon, y que nunca fue cogido -aunque podría tratarse de un movimiento para cubrirse las espaldas por el avance de la investigación, dado que luego reconoció haber creado Silk Road-. Muchos usuarios defendieron la acción de Ulbricht explicando que proveía de material de calidad, evitando así que tuviera que hacerse de forma clandestina, y defendiendo que la guerra contra la drogas era inútil. Otros negaron la versión de las órdenes de asesinato y dudaron de las pruebas policiales, tomando como ejemplo la corrupción de agentes como Force, aseguraron que Ulbricht era la cabeza de turco de alguien y afirmando que tras el Temible Pirata Roberts había otro u otros usuarios. La campaña de recaudación de fondos para la defensa de Ulbricht ha obtenido en total cerca de 400.000 dólares en ayudas.

Mientras tanto a Ulbricht se le negó la libertad bajo fianza, y en un juicio que duró 13 días y el que el acusado no quiso declarar pero reconoció haber creado la página - aunque negó haberla gestionado -, con unas pruebas muy detalladas gracias a los datos obtenidos, se le condenó por los delitos de narcotráfico, blanqueo de dinero, violación informática y otros cuatro cargos criminales, entre los que no estaba el de asesinato por el que no se le acusó por falta de pruebas, a dos cadenas perpetuas. Se trató de un castigo sin precedentes en la historia de los delitos cometidos a través de internet y la juez quiso poner una pena que amedrentara al resto de posibles sucesores, algo que, según las páginas que aparecieron después, no ha servido de mucho.

Tras el veredicto la defensa aseguró que apelaría. Mientras tanto Ross Ulbricht volvió a la cárcel, donde enseña yoga a los otros presos y lee bastante. Antes de la sentencia, el joven pidió clemencia asegurando que no era una mala persona: "Desearía regresar atrás en el tiempo y convencerme a mí mismo de que debí de tomar un camino distinto. Arruiné mi vida”, dijo ante el jurado. Hoy, con toda una vida por delante, pero sin un delante mayor que una celda, Ulbricht finalmente ha quedado sepultado por su propio ideal, que acabó transformado en una sombra, y que le llevó lejos de donde quería llegar, al interior de un edificio, tras unos barrotes, donde cada noche vuelve a hacerse uno con las sombras.

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