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Internacional

Rusia cree que el derribo del avión fue "premeditado" y despliega misiles en Siria a 30 kilómetros de la frontera turca

Un agente de policía vigila la entrada de la embajada de Turquía en Moscú.

El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha expresado a su colega turco, Mevlüt Çavusoglu, que Rusia sospecha que el derribo de un bombardero ruso Su-24 fue "premeditado". "Tenemos serias sospechas de que fue un acto premeditado. Esto se parece mucho a una provocación planeada", dijo en rueda de prensa tras conversar telefónicamente con su homólogo.

Çavusoglu expresó sus condolencias a Rusia por el siniestro del avión y la muerte de uno de los dos pilotos, pero insistió en que el aparato fue abatido en espacio aéreo turco y no sirio.

La conversación entre los dos responsables gubernamentales se produce pocas horas después de que el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, anunciase el despliegue de sistemas de misiles antiaéreos S-400 en la base aérea siria de Jmeimim, a 30 kilómetros de la frontera con Turquía, donde tiene emplazados los aviones que participan en la misión antiterrorista en Siria. "A la base Jmeimim siria será enviado un sistema de misiles antiaéreos S-400", dijo Shoigu en una reunión de la plana mayor de su cartera, según medios locales.

El S-400, complejo de defensa antiaérea de última generación, garantiza el derribo de objetivos aéreos a una distancia de 250 kilómetros y de misiles balísticos no estratégicos a 60 kilómetros. El complejo es capaz de derribar de forma simultánea 36 objetivos, mientras que puede apuntar a 72.

Moscú anunció que cazas del Ejército acompañarán a partir de ahora a los aviones rusos en misiones de bombardeo en territorio sirio

El Estado mayor ruso anunció el martes que también sus cazas acompañarán a partir de ahora aviones rusos en misiones de bombardeo en territorio sirio, después de que dos F-16 turcos derribaran un Su-24 ruso en la frontera turco-siria.

Además, el acorazado Moskvá, buque insignia de la flota rusa del mar Negro, navegará en la zona costera cercana a Latakia para apoyar con sus baterías antiaéreas Fort, similares a los S-400, las misiones de la agrupación aérea rusa que actúa en Siria.

Tensión entre Putin y Erdogan

El ruso Vladímir Putin aseguró que no excluye nuevos incidentes con Turquía y advirtió de que Moscú reaccionará "de una u otra forma". "Después de lo sucedido ayer, no podemos descartar otros incidentes, y si éstos tienen lugar, reaccionaremos de una u otra forma. Y nuestros ciudadanos que se encuentran en Turquía pueden correr un serio peligro", dijo Putin a la prensa en la ciudad rusa de Nizhni Taguil. Ayer, Putin ya acusó a Turquía de ser "cómplice del terrorismo" y avanzó que el incidente tendría "graves consecuencias para las relaciones ruso-turcas".

Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha asegurado que su país no tiene intención de aumentar la tensión con Rusia, aunque sí protegerá sus fronteras y a las comunidades turcoparlantes en Siria. "Nadie puede esperar que nos quedemos mudos e inmóviles cuando están violando continuamente nuestra seguridad fronteriza", insistió, no obstante.

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