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Internacional

Escalada de nacionalizaciones: Evo Morales expropia la filial boliviana de la española Red Eléctrica

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Sin aviso previo, y con intervención del ejército mediante, el Gobierno de Bolivia nacionalizó ayer la distribuidora eléctrica TDE, hasta ahora propiedad al 99,6% de la española Red Eléctrica (REE), apenas dos semanas después de la expropiación de YPF por parte de Argentina. Pese a los paralelismos, los primeros mensajes del Ejecutivo español apuntan a que este caso es "muy diferente" al que enfrenta Repsol. 

Bolivia se ha comprometido a pagar a REE una compensación por la expropiación que deberá determinar una "empresa independiente" en un plazo de 180 días hábiles, según el Decreto Supremo 1214, que así se llama la norma aprobada para materializar la expropiación. La cifra excluirá la deuda bancaria (31 millones de dólares al cierre de 2010), tributaria y comercial de TDE.

REE, cuyo primer accionista es el Estado, a través de la SEPI (20%), se limitó a lamentar ayer la intervención y avanzó que reclamará un justiprecio. La empresa, que en marzo pasado nombró presidente a José Folgado, ha arrancado hoy la sesión en el Ibex con caídas cercanas al 3%. El grupo ha remitido esta mañana un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el que asegura que la expropiación "no tiene un efecto relevante en los negocios y cuenta de resultados".

La nacionalización la anunció ayer el propio presidente boliviano, Evo Morales, "como justo homenaje a todo el pueblo boliviano que ha luchado por la recuperación de sus recursos naturales, por la recuperación de los servicios básicos". Acto seguido, el ejército irrumpía en la sede de la compañía en Cochabamba.

La acusación de Morales es similar a la que esgrimió Argentina para quedarse YPF: una supuesta falta de inversión que cifró en 5 millones de euros anuales desde que la empresa está en manos españolas (REE adquirió TDE a Unión Fenosa en 2002). "En 16 años", dijo el exsindicalista, "apenas habían invertido 81 millones de dólares" en la empresa.

Desde 2003, TDE ha invertido 52,6 millones de euros, según recogen las memorias de REE.

Pocas horas después del anuncio, Morales inauguró junto al presidente de Repsol, Antoni Brufau, la segunda planta procesadora de gas del campo Margarita, en el sur del país, en una visita que estaba programada desde antes de la nacionalización de YPF por parte de Argentina. En el encuentro, Morales y Brufau intercambiaron elogios mutuos y no hubo referencias a TDE. El embajador de España en La Paz, Ramón Santos, también presente en ese acto, dijo que la expropiación "fue una sorpresa, sin duda", y "no ha gustado" al Gobierno de Madrid.

Sin embargo, y tras una primera lectura, en el Gobierno insisten en que el caso es "muy diferente" al de YPF. Por el momento, no se ha decidido que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, convoque a la embajadora boliviana en España, Carmen Almendras, para mantener una reunión con él para pedir explicaciones por lo ocurrido. García-Margallo mantuvo ayer una conversación telefónica con su homólogo boliviano, David Choquehuanca, en la que fue informado de las razones de Bolivia para la expropiación.

El vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, ha insistido hoy en marcar distancias con el caso YPF, aunque ha admitido que el episodio es "muy negativo". "¿Quién va a invertir en estos países?", se ha preguntado en RNE.

Pese a la prudencia inicial del Gobierno español, que está estudiando las repercusiones del anuncio, el movimiento es un nuevo golpe a la seguridad jurídica de las empresas españolas que operan en Latinoamérica. No obstante, su efecto económico no es en absoluto comparable al de YPF.

Si YPF suponía casi la mitad de las reservas de Repsol, TDE sólo aporta el 1,75% de los ingresos totales de REE, cuya presencia exterior se limita a Bolivia y Perú.

La empresa andina, con 128 empleados, tiene un valor en libros de 53,5 millones y facturó 28,8 millones de euros en 2011. TDE es la operadora de la red de transmisión eléctrica boliviana y fue privatizada en 1997. Su red se extiende por seis departamentos bolivianos: La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Sucre, Oruro y Potosí. El grupo, que opera en una actividad monopolística (el transporte de electricidad), controla más del 70% de las líneas y atiende al 85% de la población boliviana,

Morales dispuso ayer mismo el cese de los actuales gestores de TDE y el nombramiento de Roberto Peredo Echazú, viceministro boliviano de Electricidad y Energías Alternativas, como nuevo gerente.

No es la primera vez que el mandatario boliviano, que se presenta a la reelección el año que viene en un contexto de creciente descontento social, anuncia una decisión de este tipo un Primero de mayo. En 2006, Morales aprovechó esa fecha para anunciar la nacionalización del sector de los hidrocarburos, que propició una escalada de tensiones con Repsol. En 2010, hizo lo propio con tres generadoras de energía en las que participaban la francesa GDF y la británica Rurelesc.

Desde que llegó al poder, en 2006, Morales ha expropiado cerca de una veintena de empresas. Pese a su ya dilatado historial de nacionalizaciones, el boliviano fue uno de los primeros dirigentes latinoamericanos en expresar (no sin cierta tibieza) su apoyo a Repsol por el asalto argentino a YPF.

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