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Internacional

La captura de los autores del atentado de Boston revela la psicosis de EEUU con el terrorismo

El jefe de la policía de Massachusetts, Timothy Alben (C), en una rueda de prensa junto al gobernador de Massachusetts Deval Patrick (D).

"Las medidas que tomaron son seguramente desproporcionadas, pero sería peor tener todos esos medios a tu alcance y no usarlos" esto es lo que opina Pablo Alcántara, español residente en Waltham (Boston), sobre el despliegue policial que usaron las autoridades para detener a Dzhokhar Tsarnaev, el "sospechoso número dos" de haber atentado el pasado lunes en el maratón de la ciudad.

Han conseguido capturarlo con vida y, para ello, los estadounidenses no han escatimado esfuerzos. Los medios de comunicación dicen que en la ciudad de Boston ha llegado a haber desplegados 9.000 agentes entre policía local, estatal (de Massachusetts), agentes federales (FBI), efectivos del ejército y las fuerzas especiales de los SWAT. Incluso helicópteros Blackhawk sobrevolaban las casas de los bostonianos.

"Boston es probablemente la única gran ciudad en la que si tú vas a joderles, cerrarán toda la ciudad, paralizarán todo… y te encontrarán". Esto es lo que tuiteaba un usuario estadounidense pocas horas después de que el menor de los hermanos Tsarnaev fuera capturado. El día anterior su hermano Tamerlan, el "sospechoso número uno", había fallecido en el campus de Cambridge durante un tiroteo en el que también resultó muerto un policía.

"Aquí ha habido psicosis porque la gente no salía a la calle" dice Victor Nebril, otro español que lleva tres años viviendo en Boston con su familia, en la localidad de Newton. Cuenta que sus amigos estadounidenses están desconcertados porque creían que no era posible que algo así ocurriera en su país. Víctor, en cambio, piensa todo lo contrario: "Si en algún sitio te imaginas un despliegue de medios semejante es en este país". "¿Es exagerado?" Se pregunta. Y él mismo se responde: "Pues no sé si es exagerado, pero lo han conseguido".

Un niño de ocho años murió en el atentado

Tamerlan y Dhokhar Tsarnaev, de 26 y 19 años respectivamente, sembraron el terror el pasado lunes en Boston al colocar dos bombas en la línea de meta del maratón. Un acto terrorista que se saldó con tres muertos y 176 heridos, y que supone el primer atentado en suelo estadounidense desde los ataques del 11 de septiembre de 2001. Entre las víctimas mortales se encuentra Martin Richard, un niño de ocho años; la misma edad que tiene Jorge, el hijo mayor de Victor.

Martin Richard, de 8 años y fallecido en el atentado, jugaba en la misma liga de fútbol que Jorge, el hijo de Victor

"Martin jugaba en la misma liga de fútbol ('soccer' para los estadounidenses) que Jorge. Tras lo ocurrido habían pensado cancelar el partido, pero finalmente se ha jugado. Y el público y los chavales han guardado un minuto de silencio por Martin Richard" explica Víctor, que se ha quedado impresionado de la atención y el cuidado que los colegios de EEUU tienen con los niños ante este tipo de acontecimientos.

El martes, un día después del atentado, el colegio al que acude Jorge tenía un equipo de psicólogos para atender a los niños. Incluso avisaron a los padres de que no pasaba nada si el niño no quería ir a la escuela ese día. Así actuaron con los chicos que están en segundo grado. Pero con los que son mayores, a partir del sexto grado, les reunieron en el salón de actos para intercambiar opiniones entre profesores, niños y psicólogos. "La atención del colegio es impresionante, así son los americanos", sentencia Victor.

El día en que Boston se cerró a cal y canto

En la madrugada del jueves al viernes se produjo el tiroteo entre la Policía y los hermanos Tsarnaev, y murieron un oficial y el mayor de los hermanos, Tamerlan. Dhokhar logró escapar. Y para detenerle, las autoridades cerraron la ciudad a cal y canto. El viernes se impuso el 'shut down', que supone el cierre de los negocios y la paralización del tráfico. Y también se decretó el 'lock down', que sería lo que aquí traducimos como estado de sitio o toque de queda.

"Recomendaban a todo el mundo que se quedara en casa desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde" cuenta Pablo Alcántara, "y que tuvieras la radio y la televisión encendidas" añade. Y es que a Boston, y más concretamente a Watertown, se trasladaron todas las grandes cadenas de televisión de EEUU y sus presentadores estrella. Estaban la CNN, la CBS, la ABC, la NBC, la Fox, etc. "Todas las cadenas estaban emitiendo permanentemente sobre el atentado y el 99% de los que estaban viendo la televisión estaban viendo las noticias" señala Pablo.

"Todas las cadenas de televisión estaban emitiendo permanentemente sobre el atentado", cuenta Pablo

Y continúa, explicando que tanto el partido de hockey de los Boston Bruins como el partido de béisbol de los Boston Red Sox se cancelaron el viernes. "La ESPN (la principal cadena deportiva de EEUU) fue una ruina", asegura. "No hicieron ni caso a la explosión que hubo en Texas" (en la que hay 12 fallecidos confirmados y más de 200 heridos).

La gente esperó al terrorista en el hospital

Todo el foco de atención estaba centrado en Boston. No en vano, el presidente de EEUU, Barack Obama, había prometido averiguar quién y por qué causó las explosiones. Por eso era importante capturar a Dhokhar con vida. Por eso cerraron el transporte público y bloquearon los accesos a la ciudad. Por eso pidieron a los ciudadanos que no salieran de sus casas. "A veces tienes la sensación de que va a estar debajo de tu coche", explicaba el viernes a Vozpópuli Jesús Villanueva, otro español residente en Boston. Y no se ocultaba bajo un coche, pero no andaba desencaminado Jesús. Dhokhar se refugiaba en el interior de una barca de uno de los vecinos de Watertown.

Obama había prometido averiguar quién y por qué causó las explosiones

La Policía le localizó gracias a la llamada de un ciudadano que había localizado restos de sangre en el área cercana al barco. Para asegurarse de que había alguien en el interior del bote los agentes utilizaron escáneres termales, que revelaron que efectivamente había un individuo dentro. Allí se ocultaba Dhokhar Tsarnaev, el "sospechoso número dos". Un joven de 19 años, malherido, y de origen checheno.

"En la televisión se veía que la gente salía a celebrarlo como si de una victoria se tratara. Al tío le esperaba la gente en el hospital para aplaudir a la Policía que lo llevaba arrestado" declara Víctor. Y concluye aseverando que "el hecho de que sea checheno o islamista es igual, para ellos es terrorista. Un pistolero aquí lo ven de otra manera. Este tío había puesto bombas y eso es un factor diferenciador".

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