Publicado: 15/09/2013 04:00
“Cuando George Bush y Donald Rumsfeld resultan imputados, (por la denuncia de a Asociación Pro Dignidad de los Presos y Presas de España por las presuntas torturas en Guantánamo), Bruselas recibió el mensaje norteamericano de que el cuartel general de la OTAN allí instalado podría deslocalizarse; entonces la UE resuelve que la justicia universal sigue vigente salvo para jefes o ex jefes de Estado o de gobierno”. Así se expresaba este viernes por la tarde el ex juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, en el marco de una conferencia en el salón de actos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires organizada por la asociación de estudiantes de Izquierdas, Nuevo Derecho.
La misma mano negra americana es la que –según Garzón- actuó en España. “Durante la última legislatura de Zapatero, el PP y el PSOE sólo se pusieron de acuerdo en recortar la justicia universal”. El resultado, según el ex juez, es que muchos crímenes en Irak se quedaron sin investigar y juzgar. Además, paradójicamente el juez condenado por escuchas ilegales censuró los pinchazos ilegales de la administración americana.
Sorprendentemente ni un reproche a la política de Rajoy y menos una insinuación a su posible candidatura política. Ni una mención al 15M o a la sugerencia de Llamazares de listas mestizas. Tan sólo el conocido lamento de que la investigación del régimen anterior fue quien le sacó de la carrera judicial. “Cuando yo empecé a investigar los crímenes del franquismo sabía lo que me jugaba (…) 130.000 asesinados y 30.000 niños robados se han quedado sin justicia”.
Apoyo a Kirchner
Por lo demás, apoyo incondicional a Kirchner en las dos cuestiones más controvertidas de su gobierno: el control de los medios de comunicación y de la justicia. En su opinión, la Ley de Servicios de la Comunicación Audiovisual “no afecta a la libertad de prensa y tampoco a los contenidos”. Es más, afirmó que la nueva ley del gobierno no tiene plena vigencia “por una corporación con intereses económicos y la oposición política”.
Más controvertido es el asunto judicial. Kirchner trata de crear un CGPJ a la imagen del español, un gobierno judicial nombrado por las cámaras de representantes. Es lo que califica como “democratización de la justicia”. Por debajo, el intento de Kirchner de que la justicia avale una reforma constitucional a lo Chavez que permita su reelección. Garzón avaló la “auditoría externa de la justicia”. En su opinión, “no es verdad que se quiera terminar con la independencia del poder judicial”.
Por último, curioso distanciamiento con la Venezuela de Maduro por su decisión del pasado 10 de septiembre de salirse del pacto iberoamericano de Derechos Humanos. No criticó -en cambio- que Venezuela haya decidido obligar a los canales de televisión a ofrecer el mismo informativo en todas las cadenas. Quizás porque la misma conferencia de Garzón se estaba retransmitiendo en directo por Radio Nacional de Argentina.
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