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Bárcenas, Calimero y el "estigma" de los 48 millones

El extesorero del PP, Luis Bárcenas

Luis Bárcenas se cree Calimero, aquel pollito de cáscara en la cabeza que insistía una y otra vez que era un incomprendido. El extesorero del PP ha aprovechado el interrogatorio que le ha realizado su abogado defensor este miércoles por la tarde para asegurar que ha sido "estigmatizado" por tener 48 millones de euros en sus cuentas en suiza y que se han hecho "múltiples bromas" con ello. Ya se sabe, la célebre envidia de los españoles. De hecho, ha recalcado que esta abultada cantidad no procede ni de 'mordidas', ni de donaciones del PP 'desviadas' ni de otro tipo de actividades delictivas, como se empeñan en asegurar la Fiscalía Anticorrupción, las acusaciones y la Policía, sino de su maestría en el arte de mover el dinero en Bolsa. Un 'Madoz' patrio que fue capaz de ganar 30 millones de euros entre 2000 y 2007 sólo con la compra y venta de acciones desde sus cuentas suizas. Está claro que España no hubiera necesitado ningún rescate bancario si el hubiera sido el Ministro de Economía... Lo dicho, un Calimero. Eso sí, 'forrado'.

El extesorero justifica el incremento en 30 millones de sus cuentas suizas entre el año 2000 y 2007 sólo en su habilidad para invertir en Bolsa

El extesorero del PP, que está claro que no tiene abuela, ha insistido en mostrarse como un cauto y eficaz inversor que desoía los cantos de sirena que le lanzaban desde los bancos helvéticos para que pusiera sus millones en operaciones especulativas como la compra de lingotes de oro. De hecho, su abogado ha esgrimido un escrito interno de uno de las entidades financieras de Ginebra en las que acumulaba millones en la que se destacaba que Bárcenas era un 'patriota' que sólo quería poner sus ahorros en riesgo con acciones de empresas españolas. Una estrategia que, según ha recalcado, le dio excelentes resultados. Y como demostración de ello ha comparado los saldos de sus depósitos helvéticos a diciembre del año 2000, cuando tenía poco más de 8,4 millones, y finales de 2007, el momento de los célebres y 'estigmatizadores' 48,2 millones. ¿Qué había pasado para multiplicar en sólo siete años los saldos como si fueran los panes y peces bíblicos? Simplemente, su incomprendida genialidad como inversor.

El 'pelotazo' de Endesa

Así, Bárcenas ha detallado que a esos 8,4 millones iniciales él añadió en ese tiempo algo más de 10,2 millones mediante ingresos en metálico y transferencias que, por supuesto, están justificados todos por sus múltiples y exitosos negocios. Con dicha cifra, el extesorero ya tiene 'explicados' 18,6 millones. ¿De dónde han salido los 30 millones que faltan? Simplemente de la Bolsa y no de "la película" que asegura que Anticorrupción y la Policía se han montado para sentarlo en el banquillo de los acusados. De hecho, ha explicado que sólo con la OPA de Endesa, ganó 7 millones de euros más una comisión de más de 700.000 euros. "Tengo una idea de inversión muy determinada", ha dicho en un nuevo alarde de mal disimulada humildad. Como ejemplo de ello, ha puesto los movimientos que hizo con los 3 millones de euros que le dieron "unos señores de Uruguay" -en realidad, 13 empresas que por fin ha citado- para que los invirtiera por ellos. Buena decisión, a la vista de que les consiguió hasta un 32% de rendimiento en los años que los manejó. Y porque en 2008 la Bolsa se dio el gran batacazo que si no... 

Bárcenas ha aprovechado las preguntas de su abogado para presumir de nuevos negocios agropecuarios. Ahora en Ucrania y Rusia

Pese a esa habilidad bursátil, Bárcenas ha vuelto a dejar claro que su verdadera pasión no es la compraventa de acciones, sino los productos agrícolas. Si en jornadas anteriores había detallado sus negocios con fincas de soja (un producto con "cualidades proteínicas"), la venta de limones al por mayor y algún aserradero en Costa Rica para justificar sus ingresos en Suiza, este miércoles ha presumido de otras dos operaciones agropecuarias. Una en Ucrania, "la tierra más fértil del mundo después de la de Argentina como todos sabemos". Ha asegurado que estuvo tres días en Kiev, la capital, en busca de un pelotazo con terrenos dedicados al cultivo del girasol que finalmente no salió por diversos problemas. También ha asegurado que se metió en un negocio de madera en una recóndita región de Rusia y que en el sumario hay documentos que lo acreditan. Con esta desaforada actividad mercantil, ¿quién puede dudar de que llegara a acumular 48,2 millones de euros en sus cuentas suizas? Por ahora, la Fiscalía Anticorrupción, que le pide 42 años y seis meses de prisión. Lo dicho, un Calimero con gomina y traje.

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